La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) asegura que tres de cada cuatro fallecidos por la metralla israelí son civiles e Israel justifica la barbarie diciendo que Hamás utiliza a la población como escudos humanos, sin embargo, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Naví Pillay, duda de la legitimidad de Israel para bombardear determinados objetivos civiles.

Lo cierto es que familias caen abatidas bajo las bombas de la aviación de Israel que destruyen sus viviendas en Gaza, y en tanto escasean los recursos y equipos médicos para atender a los heridos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desoye el reclamo internacional de poner fin a la agresión y asegura que su país seguirá adelante, incluso intensificará, la ofensiva militar.

Fuentes noticiosas entrecruzan informaciones de que Hamas ataca el territorio israelí con cohetes de lanzadera portátil (RPG) sin efectividad porque el escudo antimisiles "Cúpula de Hierro" -siete baterías- construido por Israel con apoyo de los Estados Unidos se lo impide, en cambio los despachos mediáticos coinciden en el incremento de bajas civiles en la franja de Gaza a medida que arrecian los ataques sionistas y, para completar la escalada bélica, el general Benny Gantz, jefe del ejército israelí, anunció que las tropas ya están listas para la incursión terrestre.

Como toda guerra planeada, el pretexto de Tel Aviv es el asesinato de tres israelíes, aunque especialistas del largo conflicto aseguran que Israel trata de romper el acuerdo de conciliación nacional que Hamás y Al-Fatah firmaron el anterior mes de abril para lograr elecciones democráticas en Palestina.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien apoyó a Israel al inicio de la nueva escalada, ahora se ofrece como mediador al cual Benjamín Netanyahu hizo poco caso (ellos se entienden) al expresar que "...ninguna presión internacional nos impedirá atacar, con toda nuestra fuerza, a las organizaciones terroristas que proclaman nuestra destrucción".

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, pidió a las partes beligerantes un alto al fuego, solicitud acallada por el tronar de las armas y el terror de los "terroristas civiles" como calificó Israel a la población de Gaza, que ve cómo en segundos mortíferos la vida se les acaba ante la postura paciente de las NACIONES mundiales que pueden parar las muertes de inocentes si de verdad son UNIDAS.