SAN JUAN, PUERTO RICO.- (PL) El liderazgo político gubernamental puertorriqueńo está hoy boquiabierto con expresiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al echar culpa a Puerto Rico de un posible cierre del gobierno federal.

"Los demócratas quieren cerrar el gobierno si no salvamos a Puerto Rico y damos miles de millones a sus compañías de seguros por el fracaso de OCare. -¡NO!", afirmó el mandatario.

El planteamiento surgió ante gestiones del gobernante boricua, Ricardo Rosselló, para que se otorgue 900 millones de dólares a su administración a fin de cubrir un déficit en la aportación del Obamacare a reforma de salud isleña.

Para Trump los demócratas intentan dar un rescate financiero a las compañías aseguradoras por el desastroso Obamacare y a Puerto Rico, con tus impuestos", lo que calificó de triste.

El secretario de la Gobernación de Puerto Rico, William Villafañe, consideró en una entrevista radiofónica altamente probable que Trump tenga que retractarse de sus expresiones.

Mientras, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, se mostró agradecida al mandatario estadounidense por contribuir a abrir los ojos a los puertorriqueños.

"Gracias al Presidente por ayudarnos a quitarle la venda de los ojos a algunos: hay que buscar nuevos caminos de asociación", dijo Cruz, del ala soberanista del Partido Popular Democrático (PPD), principal de oposición.

El portavoz de la minoría del PPD en el Senado insular, Eduardo Bhatia, lamentó las expresiones de Trump en momento en que la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes federal, la demócrata Nancy Pelosi (California), batallaba con el liderazgo republicano del Congreso sobre presupuestar los fondos de Medicaid para la isla caribeña.

La delegada electa de Puerto Rico en Washington, Jenniffer González, se reunió anoche con el líder de la Cámara federal, Paul Ryan, como parte de los esfuerzos para que incluya una asignación de Medicaid.

Diversos sectores del gobierno que encabeza Rosselló, del Partido Nuevo Progresista (PNP), cabildean en Washington, con el apoyo de sectores del PPD y la industria de la salud, e intentan que en el nuevo presupuesto de Estados Unidos se incluya una partida de entre 562 y 900 millones de dólares en fondos de Medicaid para mantener los servicios de salud en la isla.