BOGOTÁ, COLOMBIA.- (PL) A una semana de los aludes que asolaron a Manizales, capital de Caldas, sigue la alerta por deslizamientos de tierra así que las autoridades decidieron trasladar a lugares seguros a un centenar de pobladores, confirmaron hoy noticiarios.

Ante el peligro de que ocurra un fenómeno similar al de días previos, que provocó la muerte a 17 pueblerinos, fueron evacuados algunos barrios de la también llamada Ciudad de las puertas abiertas, perteneciente al famoso eje cafetero, precisó la emisora nacional BluRadio.

Debido a los estragos ocasionados por los deslaves, Manizales fue declarada en estado de calamidad pública.
La actual temporada lluviosa, que comenzó en marzo y podría durar hasta junio, dejó hasta la fecha 360 muertos, más de 100 desaparecidos y alrededor de 10 mil familias damnificadas.

Mocoa, en el sur del territorio colombiano, sufrió los mayores perjuicios al perder a unos 324 de sus pobladores como resultado de las demoledoras avalanchas ocurridas en la madrugada del 1 de abril.

Ese municipio, capital de departamento de Putumayo, permanece en emergencia económica, social y ecológica a fin de agilizar la tramitación de ayudas para socorrer a sus habitantes.

Chocó, con costas en el océano Pacífico, sufre también las consecuencias de los copiosos aguaceros que según expertos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales transcurren dentro de parámetros normales, no obstante su intensidad.

Para reubicar comunidades asentadas en zonas de riesgo y fortalecer los sistemas de alerta, el Gobierno concederá a alcaldías y gobernaciones un presupuesto adicional.

Según el presidente Juan Manuel Santos tales recursos rondan la cifra de 200 millones de dólares.