La OPS también señaló que hay más de 134 mil sospechosos de padecer la enfermedad, transmitida por el mosquito Aedes aegypti, durante una reunión extraordinaria en su sede en esta capital, con la participación de 70 científicos de todo el mundo.

Según el organismo, estos datos son conservadores, ya que el 80 % de los infectados no tienen síntomas y, aunque los tengan, muchos no van al médico porque son demasiado leves.

El encuentro analizó -entre otros temas- el rápido avance del virus del zika y la posibilidad cada vez más fuerte de que cause microcefalia -bebés con la cabeza de un tamaño menor de lo normal- y síndrome Guillain-Barré (SGB), un trastorno neurológico.

Lo más importante en este momento es averiguar sobre la potencial asociación del virus con la microcefalia, con otras malformaciones congénitas y con el SGB, declaró en rueda de prensa el director de enfermedades contagiosas de la OPS, Marcos Espinal.

La transmisión local del virus por picadura del Aedes se ha confirmado en 31 países del continente, pero solo Brasil y la Polinesia Francesa han reportado casos de microcefalia vinculados al zika.

Por su parte, en seis territorios se ha detectado un incremento de casos del SGB posiblemente asociado al virus: Brasil, Polinesia Francesa, El Salvador, Colombia, Venezuela y Suriname.

Espinal reconoció que aún no está muy desarrollada la detección del virus en laboratorio, por eso este asunto también se analizó durante la reunión internacional, dijo.

Detectar el mal en esas instituciones es una de las herramientas principales tanto para saber si un paciente tiene el virus como para elaborar buenos estudios sobre su relación con otras enfermedades después, reflexionó.

El virus se detectó por primera vez en África en 1947. En América brotó el pasado mes de mayo en Brasil, donde ha reportado cerca de cuatro mil casos de microcefalia.

La Organización Mundial de la Salud estima que puede infectar hasta cuatro millones de personas en la región.

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