La iniciativa presentada por Francia recoge el rechazo a todos los ataques de los extremistas, en particular los ejecutados en Sousse, Túnez, Ankara; Turquía, Sinai, Egipto (derribo del avión ruso); Beirut, Líbano; y París, con saldo de cientos de muertos y heridos.

Asimismo, reconoce el carácter excepcional de la amenaza representada por el EI, a partir de su capacidad e intención de realizar nuevos actos atroces.

La resolución también apela a la coordinación entre los estados miembros en el combate a los fundamentalistas en los territorios que ocupan en Siria e Iraq, siempre en el marco del respeto al Derecho Internacional.

En otro de sus ocho artículos, manifiesta condolencias y simpatías a los gobiernos de Túnez, Turquía, Rusia, Líbano y Francia, y a los familiares de las víctimas de los ataques.

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