"Los hechos por los que pasa el país ponen claramente en tela de juicio el honor de los que me impusieron dicha distinción (Pérez Molina y la exvicepresidenta Baldetti)", expresó Arjona en un mensaje divulgado en su página web.

En alusión a ambos, señalados de dirigir una red de desvío de millones de dólares, manifestó que nada en este momento que pasara por sus manos tiene valor alguno, ni legal, ni simbólico, ni sentimental.

"Por este medio hago del conocimiento público mi decisión irrevocable de poner en  manos de las instancias pertinentes la condecoración y el símbolo que representa la Orden del Quetzal", indicó el autor de melodías como Jesús es verbo no sustantivo.

Instó a Pérez Molina, "con mi pasaporte intacto de guatemalteco y mi repudio total a lo que está pasando", a revisar su papel en la historia y dignificarse al ponerse en manos de la justicia para limpiar o hacerse responsable de sus actos.

De acuerdo con el cantante, el jefe de Estado debe dejar el cargo "por la simplísima razón de que donde no hay honor, hay caos."

El juez Miguel Ángel Gálvez ligó a proceso y envío a prisión preventiva a Baldetti, y ordenó que ingresara hoy en el Centro de Detención para Mujeres Santa Teresa, ubicado en la zona norte de esta capital.

Baldetti es acusada de cohecho pasivo, asociación ilícita y caso especial de defraudación aduanera, los mismos delitos que pesan sobre Pérez Molina.

Sin embargo, este como mandatario goza de inmunidad y no puede comparecer en tribunales hasta que el Congreso se la retire o decida voluntariamente renunciar a su cargo.

El pasado jueves el Parlamento unicameral conformó una comisión, la cual analiza el antejuicio contra el jefe de Estado y se comprometió a entregar el venidero lunes un informe sobre el caso.

Para despojar al gobernante de esa exención es necesario que al menos 105 de los 158 asambleístas voten a favor.

El Congreso decidió mantener la dispensa a Pérez Molina el pasado 13 de agosto, tras realizarse una votación respecto al primer antejuicio solicitado en su contra por su presunta complicidad en los casos de corrupción conocidos como La Línea y el contrato anómalo IGSS-PISA.

En ese entonces, 88 parlamentarios votaron a favor de retirarle la inmunidad, 26 se opusieron y el resto se abstuvo a investigarlo por señalamientos formulados por el secretario general del Movimiento Político Winaq, Amílcar Pop.

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