La misma debe implementarse a solicitud y con el consentimiento de los estados necesitados, remarcó Claudia Pérez, consejera de la Misión Permanente de la isla en esta ciudad, al intervenir en el Segmento Humanitario del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas.

Recalcó que la Carta de Naciones Unidas debe ser respetada y sus propósitos y principios no pueden ser vulnerados o tergiversados, restringidos o condicionados a la hora de brindar dicha asistencia.

A los daños humanos y materiales ocasionados por los desastres naturales se adicionan los desastres humanos que, como el hambre y la pobreza, afectan a miles de millones de personas en el mundo, resultado directo del injusto orden económico internacional, enfatizó Pérez.

En ese sentido, apuntó, el sistema de Naciones Unidas y la comunidad internacional tienen una responsabilidad esencial con los países del Sur para ayudarlos a mejorar sus capacidades de respuesta ante desastres naturales y avanzar en el desarrollo sostenible.

La vía más directa será que los países desarrollados cumplieran con sus compromisos en materia de Ayuda Oficial al Desarrollo, añadió.

La diplomática resaltó que es importante fortalecer las instituciones vinculadas a la asistencia humanitaria en el terreno y dotarlas de tecnologías de punta, recursos financieros adicionales y los conocimientos científico-técnico necesarios.

Ante el agravamiento de las situaciones de riesgos de desastres es indispensable adoptar un enfoque de gestión que abarque las fases de prevención, preparativos, respuesta y recuperación, así como contar con una gobernanza apropiada a nivel nacional e internacional, reafirmó.

Sobre el tema de la coordinación humanitaria civil-militar en los desastres naturales y los conflictos, así como el acceso humanitario, Pérez subrayó que en toda situación debe contarse con la solicitud y el consentimiento de las autoridades nacionales del país afectado y evitarse la manipulación política en este tema.

Es conocido el papel central que juega el Gobierno cubano en la iniciación, organización, coordinación y prestación de asistencia humanitaria ante los desastres naturales, destacó.

Asimismo, recordó que la nación caribeña cuenta con un Sistema de Defensa Civil en el que se integren todas las instituciones y recursos de la sociedad para la protección de las personas, sus bienes y la infraestructura social y económica.

Reiteramos nuestra disposición a seguir apoyando de forma solidaria y desinteresada a los países afectados por desastres naturales que lo necesiten, agregó


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