SAN SALVADOR.- La derecha salvadoreña se repartió la dirección de la legislatura entre los partidos Arena, Concertación Nacional y Demócrata Cristiano, en franca violación del protocolo parlamentario.

El reparto de puestos y comisiones en la sesión plenaria de instalación de la Asamblea Legislativa ignoró el consenso de todos los partidos políticos, como exige el Artículo 11 del reglamento.

Nidia Díaz, jefa de bancada del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), afirmó que la derecha desperdició una oportunidad de abrir la legislatura con buen pie y compromiso con el entendimiento.

La formación salvadoreña de izquierda, segunda fuerza política en este mandato, reclamó criterios de inclusión, racionalidad, proporcionalidad, transparencia y austeridad para integrar los organismos parlamentarios.

Díaz enfatizó que el protocolo impulsado por Arena desconoció el voto de la ciudadanía, al irrespetar la proporcionalidad parlamentaria y reducir espacios que legítimamente corresponden al FMLN.

A su vez, la Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA) se negó a firmar el protocolo de entendimiento del que fue marginada en una sesión donde primó la matonería, denunció el diputado Mario Tenorio.

También de GANA, Guadalupe Vásquez precisó que este protocolo solamente refleja los intereses de tres fracciones legislativas, no los del país.

Juan Martell, representante de Cambio Demócratico, calificó de "violación al pueblo" lo ocurrido en la instalación de la legislatura 2018-2021, pues fue impuesto un protocolo por los tres partidos con mayoría simple.

"Este sistema de freno y contrapesos, anulado por este protocolo, deja mucho que ver con la democracia y entendimientos políticos", denunció Martell, dejado fuera de todas las comisiones.

Amén del reglamento interno, este protocolo viola el artículo 85 de la Constitución de la República, que estipula una representatividad en la dirección de la Asamblea Legislativa y en las comisiones de trabajo.