BUENOS AIRES.- (PL) La senadora y expresidenta argentina Cristina Fernández calificó hoy de persecución inédita en tiempos democráticos el pedido de desafuero y prisión preventiva contra ella y otros exfuncionarios, aunque declinó guardar silencio.

En una rueda de prensa pocas horas después que Claudio Bonadio, conocido como el juez antiK por todas las causas que tiene abierta en su contra, dictara prisión preventiva y la acusara junto a otros exfuncionarios de traición a la patria, Fernández subrayó que desde el punto de vista jurídico todo lo que está sucediendo es un despropósito, un verdadero exceso.

Este jueves Bonadío detuvo a Carlos Zannini (exsecretario de Legal y Técnica en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina) y Luis D'Elia y dictó prisión preventiva contra Héctor Timerman (excanciller), entre otros, por la causa de un memorándum para encubrir a iraníes acusados de atentar contra la Asociación Mutual Israelíta Argentina, en 1994.

Es una causa inventada sobre hechos que no existieron, remarcó Fernández tras subrayar de manera enfática que esta "orquestación política tiene responsables, el presidente Mauricio Macri es el director de la orquesta y Bonadio ejecuta la partitura judicial".

Buscan provocar daño personal y político a los opositores, a sus trayectorias, a sus ideas, no tienen nada que ver con la justicia ni con la democracia, no hay causa, ni hay delito, ni motivos. Bonadio lo sabe y el Gobierno y Macri también, señaló la senadora.

Tras agregar que se trata de un disparate jurídico y un hostigamiento que viola la democracia, desde el punto de vista político, remarcó que estas medidas degradan aún más a la justicia argentina.

Por otro lado manifestó que el cronograma judicial apoyado por los trollcenter (emiten mensajes provocadores) del gobierno es planificado y obsceno, tras citar que esta madrugada cuando ocurrió la detención de Carlos Zannini en Santa Cruz, cercano a las 03:00 hora local, había cámaras de televisión y fotográficas.

Esto es una gran cortina de humo con cuatro acciones, intimidar, asustar a la población y a la dirigencia política, social, sindical, a aquellos que en la calle quieren manifestarse, disciplinar en un momento en el cual se está debatiendo en el Congreso normas, las cuales no solo van a importar en el ahora, sino en el futuro de los trabajadores, expresó.

Creo que quieren provocar una reacción política que tal vez pudiera ser utilizada para reafirmar ese relato de construcción de enemigos internos, enfatizó la representante por el frente Unidad Ciudadana, quien asumirá su bancada el 10 de diciembre.

"No quieren que nuestra voz este en el Senado denunciando como destruyen las conquistas del pueblo, pero, resaltó, quiero decir que no nos vamos a callar, ni asustar, que no nos van a disciplinar ni nos vamos a dejar provocar".

"Vamos a defender en el Congreso y en todas partes a los millones de argentinos que están siendo castigados a un brutal ajuste", puntualizó.

Fernández hizo un llamado a la reacción serena, a responder por la vía política a "este inédito e increíble desvarío judicial que no lo recuerdo en ninguna fecha de nuestra etapa democrática".

Nos acusan de traición a la patria, una acusación sin fundamento y un insulto a la inteligencia de los argentinos, reiteró.

En su intervención, Cristina envió un mensaje al gobierno y al presidente: "la campaña electoral terminó en octubre, Argentina necesita soluciones y respuestas a los angustiantes problemas que tienen hoy millones de ciudadanos. Es hora de que se den cuenta".