MÉXICO.- (PL) Los mexicanos se muestran conmocionados hoy al recordar que en apenas un minuto un sismo de 7,1 detuvo el tiempo, la vida, para ver caerse edificios, fallar la electricidad, el transporte, cuando se cumplían 32 años del evento de 8,0 de 1985.

Carlos Valdéz, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres, informó que se han producido 22 réplicas de baja intensidad, la mayor de 4,0 en la escala de Richter.

Ante especulaciones de que en las próximas horas ocurrirá otro gran movimiento, recordó que México es un país sísmico y aclaró que la "tierra no tiene palabra" para trasmitir cuando sacudirá.

Con los primeros claros del día miles de miembros de las fuerzas armadas atienden las emergencias en Morelos, Puebla, Ciudad de México, Estado de México y Guerrero, donde el golpe se ensañó y hasta ahora se reportan 217 muertes y un número importantes de desaparecidos.

Mientras el Sistema de Sismología advirtió que inmuebles que están dañados pueden venirse abajo por una simple réplica.

Se sigue trabajando con el mismo heroísmo que en el terremoto de 1985, dijo Rubén Hernández, un mexicano que no le teme al movimiento, pero los respeta.

Comienza a restablecerse el servicio eléctrico, los incendios provocados por escapes de gas fueron sofocados en la madrugada por los bomberos.

En los 46 edificios que colapsaron en la capital se siguen buscando sobrevivientes. El Ejército está empleando equipos sofisticados de detección de personas con vida debajo de los escombros.

También se comenzó a liberar de obstáculos las calles y avenidas que están bloqueadas por los escombros de los edificios que no resistieron el temblor.

La madrugada de este martes fue de sobresaltos, las sirenas de las ambulancias no dejaron de sonar en su ir y venir de los centros hospitalarios.

En la avenida Reforma, la más extensa de la capital, los monumentos a Diana la Cazadora y al Ángel, volvieron a mecerse, pero resistieron.

Este miércoles será otra jornada de recuento de lo sucedido, de seguir indagando por los seres queridos. Los mexicanos están frente a otro gran desastre que le reservó la naturaleza.

Es el segundo golpe en menos de dos semanas. El pasado 7 de septiembre un sismo de 8,2 dejó 97 muertos, más de 300 mil afectados y 100 mil casas dañadas, en los estados mexicanos de Oaxaca y Chiapas.

Ahora la reconstrucción se vuelve un tema clave para todos, pone a prueba una vez más, la capacidad de sobreponerse de los mexicanos.