LIMA, PERÚ.- (PL) El canciller peruano, Ricardo Luna, confirmó hoy que su gobierno promueve "acciones colectivas" en una próxima reunión de ministros de países que se niegan a reconocer la reciente elección de una Asamblea Constituyente en esa nación.

Al mismo tiempo, un conocido analista señaló que la posición del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski contra el gobierno de Nicolás Maduro es utilizada también como ingrediente de política interna, para soslayar problemas peruanos graves.

Tras un acto oficial, Luna, ante preguntas de reporteros, dijo que la reunión de un grupo de cancilleres "que comparten su posición contra la Constituyente venezolana", a la que negó legitimidad, concertará medidas conjuntas al respecto, siendo el tema reservado.

"Estamos en plenas coordinaciones para ver qué se puede hacer de manera colectiva", lo que depende del consenso que se logre en la reunión mencionada y prevista para el 8 de agosto en Lima, según el veterano diplomático.

El ministro fue consultado también sobre las relaciones con Venezuela, en medio de una intensa campaña mediática y política conservadora que pretende la ruptura diplomática y hasta la expulsión del embajador de Caracas aquí, Diego Molero.

Respondió que esas las posibilidades son analizadas y dijo que no necesariamente la decisión está atada a lo que se acuerde en la reunión de cancilleres de gobiernos que coinciden con Estados Unidos en negarse a reconocer la elección del pasado domingo.

Por su parte, el analista político Carlos Bedoya declaró que "cada vez que hay problemas en el Perú, el gobierno se mete con Venezuela" y en esta oportunidad cuando aquí enfrenta largas huelgas de maestros y médicos y críticas por graves errores de su administración.

Sobre la persistente campaña política y mediática contra el gobierno bolivariano, aludió a las alegaciones que promueven una intervención alegando una "crisis humanitaria" en Venezuela, señaló que es algo ridículo porque, en realidad, eso sucede todos los días en Perú.

"Millones de personas en el Perú no tienen acceso a salud, ni a medicamentos; hay gente que no tiene que comer y no pasa nada; protestan porque el sueldo no les alcanza y les declaran estado de emergencia, les meten palo y bombas, y encima los acusan de terroristas; y a eso le llaman democracia", declaró.

Deploró también que el expresidente Alan García, a quien señala como responsable de matanzas y grandes casos de corrupción, pretende convertirse en un referente moral para acusar a Maduro de supuestos crímenes.

Bedoya añadió que la dirigente política Keiko Fujimori, cuyo partido conservador Fuerza Popular suele atacar a Venezuela, acaba de ser señalada en Brasil por recibir financiamiento electoral de la empresa Odebrecht y tiene otros problemas de posible corrupción pendientes.

Además, toda la derecha pide servilmente la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela y pretende ser defensora de la democracia, que no practica acá cuando reprime, mata y criminalizan la protesta social y festina actos de corrupción, agregó el analista.