LA HABANA.- (ACN) El Grupo de Mercado, del Centro de Investigación y Desarrollo del Comercio Interior, en esta capital, realizó un estudio que permite fortalecer la capacidad de las empresas para dar respuesta eficiente a la demanda de los uniformes escolares.

Ricardo Javier Arap Pellón, especialista principal de la citada entidad, explicó que la investigación es una propuesta de procedimiento que da continuidad al trabajo presentado en diferentes espacios de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) el pasado año, y aplicada con bastante éxito en buena parte del país.

La etapa inicial, argumentó, fue de diagnóstico y definición de las tallas, uno de los factores críticos en la planificación de la demanda de los uniformes, y esta segunda es una herramienta de trabajo para los empresarios cubanos concebida en aras de consolidar los resultados de la aplicación del primer proceso.

Según Arap Pellón, el procedimiento define actores fundamentales, qué información se trabaja o requiere por cada uno de ellos, los principales riesgos o puntos críticos durante el transcurso de la planificación y la forma básica para el cálculo de la demanda de uniformes escolares.

El propósito es, subrayó, pronosticar a partir de datos históricos de venta, para lo cual es necesario el modelo propuesto que busca, entre otros aspectos, información veraz, confiablidad y garantías de ese proceso. 

Hoy, afirmó el especialista principal del Grupo de Mercado del Centro de Investigación y Desarrollo del Comercio Interior, esta solución aún está por implementarse en su totalidad, lo cual deja al sector empresarial sin un procedimiento científico para el trabajo, además de que el empirismo prevalece en distintas provincias.

Eso incide en un incorrecto pronóstico de las necesidades, mala planificación, deficiente gestión de venta e insatisfacción del cliente al final de la cadena, manifestó.

Puntualizó que los problemas de la planificación inciden en la prevalencia de los altos niveles de inventarios, y para reducirlos, dijo, los especialistas tienen que contratar de la industria solo lo necesario, de ahí la importancia de contar con históricos confiables.

También se requiere, ponderó Arap Pellón, un cambio de mentalidad pues por temor a los desabastecimientos los directivos no tienen en cuenta lo acumulado en almacenes y demandan las cifras conciliadas con el Ministerio de Educación.

Esto, consideró, genera pérdidas para las entidades comerciales porque en definitiva son inventarios inmovilizados que no terminaron su ciclo mercantil, ni ejercieron gestión de venta.

Ellos tienen en sus manos herramientas para darle respuesta a esos temores, declaró, pero necesitan capacitarse y conocer cómo trabajar los históricos de ventas anuales, los estimados de la matrícula a partir de la norma y la cantidad de uniformes a comercializar por grado escolar.

Ahora, adelantó Arap Pellón, se está en busca de una provincia para validar la experiencia, pero la implementación genera recelos porque los modelajes son más complejos y persiste el temor al cambio, aunque con su aplicación se reduciría de manera significativa los inventarios inmovilizados y aumentaría el grado de satisfacción del cliente durante el proceso de comercialización, concluyó el entrevistado.