La Habana.- (ACN) Cuando la venidera semana esta capital acoja a los mandatarios de las naciones miembros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), sin duda algunos destacarán cuánto bienestar y esperanza de vida ha representado para sus pueblos la presencia médica cubana.

 Un total de 30 mil 266 colaboradores de la salud de la mayor de las Antillas prestan servicios actualmente en 18 de los 25 países que integran la AEC, informó a la Agencia Cubana de Noticias la doctora Regla Angulo Pardo, miembro del Comité Central del Partido y directora de la Unidad Central de Cooperación Médica (UCCM).

Integrantes del Contingente Henry Reeve brindando servicios en Ecuador tras el terremoto. El autor de estas notas y fotos brindando atención médica a pacientes. Foto: Muro de Facebook del Dr. Vigil FonsecaIntegrantes del Contingente Henry Reeve brindando servicios en Ecuador tras el terremoto. El autor de estas notas y fotos brindando atención médica a pacientes. Foto: Muro de Facebook del Dr. Vigil Fonseca

 La funcionaria precisó que la misión especial de Venezuela, con 28 mil 395 galenos, técnicos y enfermeros, encabeza esa relación, seguida de Haití con 555, Guatemala 364, Trinidad y Tobago 164, Guyana 160, Jamaica 93, Belice 87 y Honduras 79.

 También Cuba tiene 53 colaboradores de la salud en Nicaragua, 43 en Antigua y Barbudas, 39 en Bahamas, 24 tanto en Dominica como en Granada, 15 en Sain Kitt y Nevis, 14 en Santa Lucía, siete en Suriname, cinco (asesores) en El Salvador y tres en San Vicente y las Granadinas.

 La directora de la UCCM aclaró que como parte de los programas de cooperación médica, en nueve Estados caribeños otros galenos, fundamentalmente oftalmólogos, participan en la llamada Operación Milagro, dirigida a que pacientes afectados de la vista recuperen la visión.

 Recordó que en 2015 una brigada de 15 integrantes del contingente internacional de la salud, Henry Reeve, viajó a Dominica, para socorrer a la población ante los desastres que le ocasionó la tormenta tropical Erika.

 En decenas de reportes de la televisión, de la prensa escrita, radial y digital, incluyendo las redes sociales, muchos pobladores de esas naciones caribeñas agradecen y expresan su confianza en los galenos, enfermeros y técnicos cubanos.

 Ellos han llegado a las regiones más apartadas e intrincadas, donde en algunas jamás sus habitantes habían sido asistidos por un médico, y con su altruismo y alto nivel profesional se han ganado el respeto y admiración de pacientes, familiares y de las autoridades locales.

Integrantes del Contingente Henry Reeve brindando servicios en Ecuador tras el terremoto. El autor de estas notas y fotos brindando atención médica a pacientes. Foto: Muro de Facebook del Dr. Vigil FonsecaIntegrantes del Contingente Henry Reeve brindando servicios en Ecuador tras el terremoto. El autor de estas notas y fotos brindando atención médica a pacientes. Foto: Muro de Facebook del Dr. Vigil Fonseca

 Según la doctora Angulo Pardo, los colaboradores cubanos diseminados por países de la AEC han atendido en consulta a mil 195 millones 123 mil 704 pacientes, y han realizado 689 mil 365 partos y cuatro millones 615 mil 294 intervenciones quirúrgicas generales, de ellas, un millón 244 mil 909 cirugías oftalmológicas.

 Pero junto con la asistencia médica, también han contribuido a desarrollar campañas de educación sanitaria y de vacunación masiva, y el control higiénico-epidemiológico necesario.

 La mayor expresión de solidaridad e internacionalismo de este tipo colaboración surgió a finales de 1998, tras el azote del huracán Mitch a Centroamérica, principalmente a Honduras y Guatemala, donde el desastre natural dejó centenares de muertos y desaparecidos y provocó terribles consecuencias para la infraestructura económica y social.

 Ante esa situación Cuba respondió de inmediato con la disposición de enviar personal médico y auxiliar el tiempo que fuese necesario, además de aportar equipamiento técnico y medicamentos.

 Fue entonces que, dada la gravedad de los acontecimientos, se comenzó a desarrollar, para Centroamérica y el Caribe, el Programa Integral de Salud (PIS), extendido posteriormente a países de África y Asia.

 Este incluyó la formación y capacitación de recursos humanos, tanto en las áreas donde laboraban los galenos cubanos como en la propia isla antilllana, en cuya Escuela Latinoamericana de Medicina, junto a estudiantes de otras regiones del mundo, se han formado miles de jóvenes caribeños.

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