Su deceso se debió a una falla multiórgano tras una compleja intervención quirúrgica para extraer un tumor cancerígeno.

Durante la Jornada por el Día de la Prensa de este año, en marzo pasado, Susana recibió junto a los colegas villaclareños, Pedro Méndez y Luis Orlando Pantoja, el más alto reconocimiento profesional que otorga la Unión de Periodistas de Cuba, el Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de toda la vida, y el año anterior había merecido el Premio a la Dignidad, conferido también por la Upec por una vida de honor y de ética dedicada al periodismo en defensa de la verdad de la Revolución cubana.

Susana había nacido el 11 de agosto de 1948 en La Habana, y laboró en los periódicos Hoy, Granma y Juventud Rebelde por espacio de 54 años, desde que en mayo de 1962 entrara por primera vez a la sede de un diario, el Hoy, siendo aún una estudiante de solo 14 años en respuesta a un llamado de la juventud comunista.

El acta del jurado que le confirió el Premio Nacional de Periodismo, resalta “su experiencia, organización, laboriosidad, consagración y sensibilidad humana, y como siempre, tocando a fondo los problemas y los goces de la cotidianidad de los cubanos, para los que parece que tiene la llave que trajo desde su Cerro natal y de la sabia China de sus ancestros.

Gracias a su obra, reseña el documento, “podemos leer la reseña histórica de la Revolución con detalle, precisión investigativa y confiabilidad, plasmada en un diarismo profundo y profuso, tan necesario para la información pública, ya sea ejercido con su nombre o desde el anonimato también creativo. Su caudal de información y conocimientos, su persistente búsqueda de la exactitud, las comparte solidariamente con los colegas de cualquier medio y se le reconoce esa maestría. Nunca ha pretendido brillar, pero su obra irradia excepcionalidad desde la modestia. Es La China, Susana de la Caridad Lee López.”

Fruto de su rica trayectoria revolucionaria y periodística mereció  innumerables reconocimientos, condecoraciones, medallas, diplomas, y aún así valoraba más altamente tener la confianza de su Partido y Revolución que le permitió estar muchas veces al lado del Comandante en Jefe Fidel Castro.

En su discurso en el teatro del Memorial José Martí, donde habló el 11 de marzo pasado, en nombre de los ganadores de los premios nacionales de periodismo José Martí por la obra de la vida y Juan Gualberto Gómez, por la obra del año precedente, Susana expresó: “Creo que acierto al decir que todos los que esta tarde hemos sido laureados, somos adictos al trabajo; que aquella idea de Fidel expresada en la década de los 80 de que la jornada laboral es sagrada, para nosotros constituye una razón de vida; que de una u otra forma, en nuestros medios, hemos intentado con corazón y convicción defender la obra con la que unos empezamos muy jóvenes y otros ni habían nacido.

“Los recibimos como los ojos y oídos del pueblo, como los voceros de su resistencia y sacrificios, de sus logros y sus victorias, de sus errores e insuficiencias, de ese reportaje infinito desde el periodismo revolucionario, como hace poco expresó un joven colega, que nos tocó escribir y continuaremos escribiendo, para las generaciones del mañana en estos años gloriosos que tuvimos el orgullo de compartir con Fidel”.

La Presidencia y el Comité Nacional de la Upec, las y los afiliados de la organización, el jurado que confirió el Premio Nacional a su obra, y los trabajadores todos de la prensa cubana, se conduelen de esa sensible pérdida para el gremio, expresan sus condolencias a familiares y amigos.

Por decisión propia, el cadáver de Susana Lee será cremado.

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