El organismo evaluó el cumplimiento de dicha política, a pocos días de efectuarse el Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), previsto desde 16 al 18 de abril, y cuyos delegados revisarán los resultados de esos principios rectores aprobados en la anterior cita partidista de 2011.

Según informe divulgado por el INRH, en el período de 2012 a 2015 se lograron impactos en cuanto a la reducción de los ciclos del suministro de agua y el mejoramiento de la situación higiénico-sanitaria en numerosos territorios.

Santiago de Cuba, Guantánamo, Las Tunas, Holguín, Camagüey y La Habana, junto a importantes ciudades de la nación antillana, conforman las 12 localidades hacia donde el sector destinó el grueso de las inversiones para la ejecución de nuevas obras hidráulicas.

Precisamente, ampliar el programa de rehabilitación de redes, acueductos y alcantarillados hasta la vivienda, con el objetivo de elevar la calidad del servicio y disminuir las pérdidas, aparece entre los cuatro Lineamientos dedicados, específicamente, a la gestión de los recursos hídricos en el país.

En estrecha relación con la Política Nacional del Agua, aprobada por el Consejo de Ministros en 2012, entre esos principios del PCC también se prioriza el uso racional del vital líquido.

La implementación de un programa para ampliar la cobertura hidrométrica en los sectores estatal y residencial, fundamentalmente en aquellas zonas donde concluyeron los trabajos de reparación, dice mucho de la importancia concedida al máximo ahorro del recurso agua.

Este año, el INRH prevé concluir el metraje en el sector estatal y llegar a un 12 por ciento en el residencial, además de incorporar las fuentes superficiales y subterráneas de abasto a dicho proceso de medición, aunque aún el organismo considera discreto lo hecho en este sentido.

Se trata, asimismo, de reducir las pérdidas de agua al interior de las viviendas y entidades estatales, para lo cual el INRH ejecuta, de conjunto con los ministerios de Industrias y de Comercio Interior, un plan para la producción y venta de herrajes hidrosanitarios.

Otro de los puntos contemplados en los Lineamientos vinculados con el sector es el desarrollo de inversiones de largo alcance para enfrentar eficazmente los problemas de la sequía, así como también con vistas al uso racional del agua.

Cuba despidió el año 2015 con un prolongado episodio seco, el más grave que padece la nación antillana desde hace 115 años y, aunque aún persisten los embates de este fenómeno, el INRH ha desarrollado numerosas iniciativas para contrarrestar sus efectos.

Según Rose Maire Ricardo, directora de Gestión de Inversiones del organismo, el año anterior se ejecutaron 265 millones de pesos (en moneda total) en la construcción y montaje de obras hidráulicas para atenuar los embates de la sequía.

Entre ellas, la instalación y rehabilitación de redes de acueducto, conductoras, trasvases y estaciones de bombeo en las provincias más golpeadas por la escasez del recurso.

Aún queda, no obstante, lograr que el balance de agua sea el instrumento real para planificar su uso, y mediante el cual se mida la eficiencia en el consumo estatal y privado, a tono  con la disponibilidad del recurso.

De acuerdo con fuentes del INRH, ya se concluyó en el país la primera etapa de la actualización de los índices y normas de consumo de agua en las actividades agrícolas, industriales y de servicios como la salud y el turismo, para un control más racional y adecuado del líquido.   

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