Uno de ellos es el Humedal de Guanahacabibes y el otro el del Sur de los Palacios, ambos en la provincia de Pinar del Río, según especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

En caso de ser aprobados por la Convención Ramsar, Cuba contará con ocho espacios de ese tipo de importancia internacional, añade la fuente.

Menciona que en la actualidad esa categoría la poseen la Ciénaga de Zapata (Matanzas), el Humedal Delta del Cauto (Granma), el Gran Humedal del Norte  (Ciego de Ávila), el Humedal Río Máximo-Camagüey (Camagüey) y Ciénaga de Lanier y sur de la Isla de la Juventud.

La Convención Ramsar fue suscrita en la ciudad iraní del propio nombre en 1971, entró en vigor cuatro años después y Cuba se hizo Estado parte de ella desde 2001 por ser el único de los modernos convenios en materia de medio ambiente que se centra en un ecosistema específico.

Aunque en un principio ese era su objetivo esencial, en la actualidad reconoce su importancia en la conservación global y el uso sostenible de la biodiversidad, con funciones en la regulación de la fase continental del ciclo hidrológico.

Pero también en la recarga de los acuíferos, la estabilización del clima local, valores (recursos biológicos, pesquerías y suministro de agua) y atributos (refugio de diversidad biológica, patrimonio cultural y usos tradicionales).

Cuba cuenta con 211 áreas protegidas en zonas alistadas, incluidas las de la plataforma insular marina hasta 200 metros de profundidad, que abarcarán el 20,20 por ciento de su superficie.

De acuerdo con el Centro Nacional de Áreas Protegidas, hace solo unos años había 253, pero deben reducirse hasta 2020 después de la realización de investigaciones sobre la unificación de su gobierno y manejo efectivo.

Sin embargo, no habrá disminución de sus espacios, sino que aumentarán por la ampliación de su cubierta mediante la unificación de las direcciones administrativas en las provincias.

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