Fue una reunión bastante larga, conversamos infinitas cosas, recalcó Mujica en un intercambio ameno con periodistas nacionales y extranjeros horas antes de partir de Cuba, a donde viajó para participar en la segunda Conferencia Internacional "Con Todos y Para Todos" y por ser invitado especial del prestigioso premio literario Casa de las Américas.

El carismático líder resaltó el saludable estado de Fidel, quien se mostró preocupado por el avance del virus zika, por cómo estaba entrando esta enfermedad en latinoamérica, además que dialogaron sobre la alimentación ganadera, “de cuestiones técnicas que él siempre pregunta”, añadió.

Interrogado sobre cómo percibió a la Cuba de hoy, dijo que la ve mejorando, es “un proceso que seguirá, pues ahora impulsa un grupo de reformas que me parecen muy importantes y ojalá puedan preservar lo esencial”, dijo al destacar logros de la Revolución como la salud y la educación.

Confesó que admira al pueblo cubano, al cual “lo que más le dio la Revolución no fueron triunfos materiales, sino dignidad a un país que habían transformado en un prostíbulo de lujo”.          

Acerca del actual proceso de acercamiento entre la mayor de las Antillas y Estados Unidos, Mujica subrayó la necesidad de enfrentar los retos que impone el nuevo contexto, “porque es una fuente potencial de recursos económicos para una nación que ha estado aislada por tanto tiempo y sufriendo las consecuencias del bloqueo”.

Es muy duro lo que ha pagado Cuba con tantos años de aislamiento, comentó, aunque remarcó la importancia de no confundir riquezas eventuales con felicidad, “no deben hipotecar esa alegría de vivir que tienen los cubanos”.

Si logran conservar los portales de La Habana van a tener la capital más linda de América, pero si caen en la bobada de hacer torres para arriba terminan perdiendo la mejor carta de atracción; edificios de torres sobran en el mundo, lo que ya no sobra es la belleza vieja de esos portales, aseveró.  

Mujica se refirió a la tradicional imagen de la arquitectura de la nación caribeña, para recalcar lo que para él resulta lo más fundamental: “no perder la identidad del pueblo cubano”.

Sobre el panorama complejo que vive la región dijo que en Latinoamérica parecería que hay un reflujo, de lo cual no está convencido, y añadió que el peor camino de la izquierda es cuando confunde deseos con realidad y que en América estamos como mirando la vidriera.   

Con respecto a su reunión con los representantes de las FARC-EP que participan en la mesa de diálogos de paz de La Habana, aseguró tener “la impresión de que existe una voluntad de darse cuenta de que por el camino de los tiros no se arregla nada, la solución vía militar no parece posible, por lo tanto tiene que ser política".

En cualquier guerra contemporánea mueren menos soldados y más población civil, por eso la guerra siempre ha sido un camino estúpido, consideró, aunque alertó que esto no significa que no se pueda luchar, “no es un curso de cordero lo que la humanidad debe pasar”, sino que existen otras formas: la lucha de las ideas.   

La humanidad tendrá que superar el egoísmo de esta civilización, tenemos el desafío de detener la cultura del derroche, tenemos que luchar por sociedades más racionales, donde estropeamos menos la naturaleza, acotó Mujica, quien se definió como un francotirador de ideas.

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