El más reciente de esos movimientos, reportado por la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional (SSNC), ocurrió hoy a las 5:59 am, hora local, con una magnitud de 4,4 grados en la escala de Richter e igualmente a 40 kilómetros de esta ciudad.

Este es el número 38 desde que se inició la anómala serie de terremotos el domingo 17 último y fue sentido en esta provincia y las de Granma y Guantánamo.

Durante una comparecencia televisiva, los doctores Bladimir Moreno y Fernando Guash, director y especialista, respectivamente, del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), advirtieron sobre la peligrosidad de la situación actual, con el aumento de los temblores y variaciones en sus magnitudes.

Explicaron los expertos que la ocurrencia se ubica a lo largo de unos 50 kilómetros, desde la playa de Mar Verde hasta la de Baconao, esta última la zona de mayor actividad telúrica en Cuba durante meses recientes.

El teniente coronel Gustavo Alvarez, jefe de la Defensa Civil en el territorio, reiteró el llamado a la calma y a la alerta, para enfrentar un evento mayor en medio de la ansiedad provocada por más de una semana de absoluta intranquilidad.

Los matices son diversos en medio de este panorama terrible y entre ellos, sobrecogen las manillas de identificación en los brazos de los más pequeños escolares y las palabras de admiración de la educadora que elogia la disciplina de los niños del círculo infantil que se esconden bajo las mesas ante la alarma.

No faltan en muchos hogares las infusiones de tilo y carpintero, entre otras plantas medicinales, que ayudan a sobrellevar el nerviosismo, junto a otras terapias muy particulares que algunos se inventan.

Listas siguen en un rincón de la casa las mochilas y otros equipajes con lo más imprescindible para cada miembro de la familia por si hay que evacuarse de inmediato. También espera, sobre algún mueble, la cuenta telefónica mensual que debe ser pagada.

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