Esta posición, dos lugares por encima respecto al del pasado 2014, sitúa a la isla nuevamente entre los países con desarrollo humano alto, apunta.

Explicó Juan Carlos Alfonso, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un conjunto compuesto por la esperanza de vida y los indicadores de renta y educación.

Añadió que el IDH se creó para enfatizar que, además del crecimiento económico, las personas y sus capacidades deben ser el criterio fundamental en la evaluación del desarrollo de un país.

De acuerdo con datos de la ONEI, la esperanza de vida al nacer en la isla caribeña alcanza los 79 años, lo cual la coloca en el lugar 33 a escala global.

El PNUD también evalúa el grado de escolarización promedio alcanzado por la población cubana mayor de 25 años y ese valor asciende aquí a 11,5 años, por lo que Cuba se encuentra en el puesto 30 en ese indicador.

Asimismo toma en cuenta otro indicador que expresa la esperanza de escolaridad que, en un país, puede alcanzar el individuo. En Cuba, esta se eleva hasta 13,8 años (casi segundo año de enseñanza universitaria), lo cual sitúa a la nación cubana en el escaño 73.

En cuanto al Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita, Alfonso explicó que permite evaluar su magnitud en función de la población de cada país y en términos de Paridad de Poder de Compra, para lograr la comparabilidad internacional. En ese sentido, Cuba ocupa el lugar 114.

A pesar de ello, acotó Alfonso, la isla continúa siendo el que más asciende, pues mejora en 47 lugares en lo que respecta al INB.

Consideró esto posible debido a los altos valores alcanzados en las esferas de salud y educación, pues en tales materias el país está a la altura de los de mayor desarrollo, reflejando a través de ello el alcance de las políticas públicas aplicadas en el periodo revolucionario, puntualizó.

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