Justo a las siete de la mañana salvas de fusilería anunciaron el asalto simbólico por pioneros a la otrora estación de la policía nacional, donde hoy radica el Museo de la Lucha Clandestina, mientras ondeaban numerosas banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio en manos de estudiantes.

De las nuevas generaciones llegó el mensaje cultural con poemas, danzas y canciones de contenido patriótico y en nombre de los combatientes del 30 de noviembre, Adolfo Redondo destacó que esa acción demostró el temple y valor de los jóvenes santiagueros, para atacar ese recinto de la dictadura y el de la policía marítima, en La Alameda.

Se refirió, además, al rol desempeñado por Frank País en la organización del levantamiento, cuyo objetivo era apoyar el desembarco del yate Granma.

Yunier Barrientos, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas en el municipio de Santiago de Cuba, manifestó que hace 59 años esta ciudad respondió tal y como se esperaba y así lo sigue haciendo en cada tarea de la Revolución.

Señaló que en el 2016 existen importantes motivaciones para trabajar con consagración por la celebración en abril del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y dijo que a esta urbe oriental le corresponde batallar para que sea más bella, higiénica, ordenada y disciplinada.

Luego del acto fue presentado el libro Joaquín Méndez Cominches El General que conocí, de la autoría de Raúl Méndez Sardaín, hijo del destacado revolucionario santiaguero.

Con un lenguaje sencillo y ameno narra anécdotas de familiares, amigos y compañeros desde las luchas estudiantiles, en la clandestinidad y en importantes responsabilidades que cumplió en el Ministerio del Interior (MININT).

Se encontraban presentes el Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, Lázaro Expósito Canto, primer secretario del PCC en la provincia, ambos miembros del Comité Central, y dirigentes del Gobierno, las FAR, el MININT y de organizaciones en el territorio.  

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