Durante el encuentro serán tratadas, asimismo, las perspectivas inmediatas de incorporación de novedosas tecnologías destinadas a mejorar la calidad del diagnóstico y tratamiento de los pacientes cubanos con esta enfermedad, explicó la especialista Iris Lugo, del Grupo de Comunicación e imagen del CIGB.

El referido complejo científico productivo tiene experiencia en la producción de interferón alfa desde 1981 y cuenta con la tecnología necesaria para el proceso de pegilación de proteínas, abundó la fuente.

Mediante ese proceder se realizó en 2005 la purificación del conjugado pegilado derivado del interferón alfa-2b cubano, que es comercializado con el nombre de PEG-Heberon y se presenta en forma farmacéutica de solución inyectable de un mililitro para ser administrado por vía subcutánea.

Cada bulbo contiene 180 microgramos de principio activo y su nivel de distribución es hospitalario. En 2010 comenzó su introducción en el cuadro básico de medicamentos del sistema nacional de salud de Cuba.

Hasta las fecha fueron distribuidos más de 90 mil viales en todo el país caribeño, para ser empleados en el tratamiento de aproximadamente dos mil pacientes con hepatitis C crónica.

La introducción del PEG-Heberon en combinación con ribavirina en el tratamiento de esa afección permitió alcanzar más de 40 por ciento de respuesta virológica sostenida en pacientes con genotipo 1 del virus y sin tratamiento previo.

Para el próximo año 2016, Cuba buscará un incremento significativo en la cantidad de viales suministrados al sistema nacional de salud, para duplicar el número de pacientes con acceso a este medicamento.

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