LA HABANA.-  En sesión conjunta a la que asistió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, las comisiones de Asuntos Constitucionales y Jurídicos y de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente del Parlamento cubano aprobaron hoy el dictamen sobre el proyecto de Ley de Símbolos Nacionales.

El dictamen incluye 108 modificaciones, fruto del análisis y discusión de un texto elaborado con el concurso de muchos y enriquecido con el aporte de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, especialistas, instituciones, organizaciones sociales y de masas, intelectuales de renombre, como Eusebio Leal y Graziella Pogolotti, y la propia ciudadanía.

Más de una vez ha sido revisado el texto, nacido como iniciativa legislativa de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, destacó el Doctor José Luis Toledo Santander, presidente de ese grupo permanente de trabajo del Parlamento, y una a una fue exponiendo las modificaciones propuestas para ampliar, reforzar, precisar e, incluso, mejorar la redacción del proyecto de Ley.

Largo ha sido el camino y el pueblo ha hecho suyo este proceso, orientado a alcanzar una normativa jurídica que favorezca una mayor presencia de la bandera de la estrella solitaria, el escudo con la palma real y el himno de Bayamo -símbolos de la nación cubana- en la sociedad, en un ambiente de orden y respeto a lo legislado, significó.

Otros símbolos patrios hay, pero la Ley establece que esos tres constituyen símbolos nacionales y representan a la nación dentro y fuera de nuestras fronteras, explicó Toledo Santander.

El proyecto de Ley, que será sometido a la aprobación de la Asamblea Nacional del Poder Popular durante el Tercer Periodo Ordinario de Sesiones de su IX Legislatura, hace explícita la prohibición de utilizarlos en la elaboración de productos comunicativos con fines publicitarios y comerciales.

De igual modo, establece el respetarlos y cuidarlos, no ya como deber, sino una obligación de todo ciudadano cubano, y hace constar la responsabilidad del Estado y la familia de propiciar desde una educación temprana, el conocimiento y la veneración de tales símbolos, que representan la historia toda de la nación cubana.

Disposiciones como la de permitir la confección de la bandera en una mayor variedad de tejidos brindan un mayor margen de flexibilidad y promueven una cercanía y presencia mucho mayores de esos símbolos, llamados a ser cada vez más parte de la cotidianeidad de las cubanas y los cubanos.

Frente a la arremetida del Imperio y sus aliados y esa guerra cultural y de símbolos que contra la nación cubana se hace, resulta trascendental la adopción de esta Ley, expresión de la historia de luchas y resistencia de todo un pueblo en defensa de su identidad y soberanía, recalcó el Doctor Toledo Santander.