CAMAGÜEY.- “Lo que pueda contar no es fácil, a la gente le digo que no se dejen engañar (…) Como Cuba no hay nada, y eso lo ves cuando sales por ahí para allá”, comentó a Prensa Latina (PL) Henry Gustavo Hantes—uno de los 66 cubanos deportados este miércoles desde México—poco después de llegar a La Habana en un avión de la Policía Federal de ese país.


El joven de 35 años de edad salió de forma legal de Cuba el 20 de agosto del 2018 hacia Brasil, desde donde comenzó una enrevesada travesía por países como Colombia y Guatemala, incluidos trayectos de selva, publicó radiocubana.cu. Contó a PL que en su viaje por varios países centroamericanos sufrió lo que enfrentan muchos latinoamericanos, víctimas de las organizaciones criminales vinculadas al tráfico de personas: “Éramos un grupo, y en el camino se fueron quedando algunos, en la selva mueren personas o las secuestran, mujeres son violadas, sin olvidar que nos engañan con promesas de pocos días de camino”.

Otros migrantes narraron a la prensa de hechos violentos, extorsión, robo y secuestro.

Al padre de Idel lo llamaron fingiendo ser abogados migratorios y le exigieron 1 500 dólares para dejar ir a su hijo. Antes, afirma en diálogo con la agencia, le robaron sus pertenencias. Aunque a su juicio cada quien es libre de elegir, preferiría que otros no pasen por lo mismo, y alerta: “Todo es un engaño, te la pintan fácil pero no es así”.

A pesar de lo vivido, algunos dentro del grupo confesaron que repetirían el intento por conseguir su objetivo de llegar a tierra estadounidense.

Publica PL que las autoridades aseguraron que las personas deportadas regresarán con su familia, como es habitual aquí, a menos que se trate de seres humanos con alguna cuenta pendiente con la justicia.

La emigración regular, ordenada y segura hacia Estados Unidos se dificulta para los cubanos por medidas del gobierno estadounidense: el cierre del Consulado de Estados Unidos en La Habana, la interrupción injustificada del otorgamiento de visados a los cubanos —obligándolos a viajar a terceros países sin garantía alguna—, el incumplimiento de la cuota de visados establecida por los acuerdos migratorios y hace poco más de una semana la reducción del tiempo de validez de la visa B2 de cinco años a tres meses, con una sola entrada, alegando reciprocidad con el tratamiento de Cuba a los estadounidenses.

La deportación, explica el diario Granma, responde a un Memorando de Entendimiento en materia migratoria firmado entre Cuba y México el 6 de noviembre de 2015 —que actualiza uno anterior de 2008— en el que se reitera el interés de los dos países por prevenir y combatir la migración ilegal, facilitar los flujos migratorios legales, y establecer el intercambio de información y cooperación en la esfera migratoria.

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