LA HABANA.- La ciudadanía efectiva es un tratamiento que asume un Estado con los individuos que poseen más de una ciudadanía, e implica la no privación de esta por el hecho de adquirir otra u otras, explicó este miércoles una fuente del Ministerio del Interior.

En el espacio televisivo Hacemos Cuba, el teniente coronel Roilán Hernández Concepción, jefe del Órgano Jurídico de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería de ese organismo, aclaró que la ciudadanía es el vínculo político y jurídico de la persona con el Estado, del cual resultan relaciones donde se establecen obligaciones y derechos comunes.

Es un derecho privilegiado porque propicia el disfrute de todos los demás que cada país reconoce en sus leyes; “puede entenderse como el derecho a tener derechos”, dijo.

La ciudadanía efectiva establece que, mientras los individuos se encuentren dentro del territorio nacional, solo están autorizados a exhibir, utilizar o hacer valer la ciudadanía de ese Estado, en todos los actos civiles, políticos o de otra índole, precisó en el programa.

Además, tienen la obligación de identificarse, entrar, permanecer y salir de la nación como ciudadano de ese Estado, acreditado mediante los documentos establecidos por sus leyes.

Hernández Concepción detalló que este principio parte del reconocimiento de que una persona puede poseer varias ciudadanías, y por eso la ley necesita definir cuál es la que de manera efectiva será válida en el país.

El hecho de que se deba presentar el pasaporte al entrar o salir del suelo nacional, no significa que quienes posean otras ciudadanías tengan que acudir a visados para visitar un destino que no lo exija, explicó.

El proyecto de Constitución de la República de Cuba suprime los postulados del artículo 32 de la vigente Ley de leyes, la cual pauta que cuando se adquiera una ciudadanía extranjera, se pierde la cubana.

Ernesto Soberón, director del Departamento de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, afirmó que tales cambios “responden a la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y actualizar esa Carta Magna que data de momentos cuando la situación migratoria era diferente”.

En Cuba no existe una Ley de ciudadanía, texto que deberá crearse junto con otros cuerpos legales a fin de regular el contenido de la nueva Constitución.