Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/ArchivoFoto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/ArchivoUn breve recorrido por la historia de la medicina, ubica a la equinoterapia entre los innumerables procedimientos terapéuticos que hombres y mujeres de ciencias han empleado en sus incesantes esfuerzos por mejorar la salud y calidad de vida de personas con discapacidades físicas y mentales.

El sabio griego Hipócrates recomendaba montar a caballo para regenerarse, preservar el cuerpo y tratar dolencias como el insomnio y las enfermedades musculares. Igualmente, la milenaria y reconocida medicina tradicional china valora esa práctica como muy beneficiosa para combatir diversos males.

Transmitir calor y estimular diversas partes del cuerpo humano, fortalecer la auto-confianza y proporcionar mayor seguridad emocional, figuran entre las muchas razones que explican la utilización de la equinoterapia en todo el mundo.

Se reconoce como una alternativa terapéutica que utiliza los beneficios de los movimientos multidimensionales del caballo para tratar afecciones neuromotoras y psicoafectivas, y tiene como objetivo rehabilitar e insertar en la vida social a personas con diferentes discapacidades.

Tratamiento alternativo o complementario, hipoterapia, equitación social, zooterapia y pseudoterapia, son algunas de las denominaciones empleadas indistintamente por adeptos y detractores de esa práctica, que la Organización Mundial de la Salud define como una actividad deportiva favorable para combatir patologías físicas, psíquicas y sociales.

Cuba, país que no escatima esfuerzos ni descarta iniciativas a favor de la salud, calidad de vida e inclusión social de todos sus habitantes, y especialmente de quienes padecen alguna discapacidad, fundó oficialmente el Centro Nacional de Equinoterapia en 2004.

Al amparo de la resolución No.58.04, de la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, se plantearon, entre otros objetivos, expandir la terapia a toda la Isla, habilitando áreas para ese fin en las cabeceras provinciales; así como fomentar la investigación científica al respecto, e integrarla en los programas de rehabilitación.

Con esas premisas, este tipo de terapia se ha utilizado en la ínsula para tratar a niños y adultos con diferentes patologías, entre ellas autismo, retraso mental, parálisis cerebral, síndrome de Down y esclerosis múltiple.

Experiencias en territorios como Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana, dan fe de sus positivos efectos en pacientes discapacitados, y fundamentalmente en infantes con necesidades educativas especiales.

A propósito del tema, la Agencia Cubana de Noticias dialogó con la educadora Yoandra Pérez Mendoza, directora de la escuela especial Graciela Bustillos, una de las dos instituciones educativas de la ciudad de Bayamo, que se benefician con la aplicación de la equinoterapia en la provincia de Granma.

La experiencia en el centro – dijo- generalmente se ha materializado con los infantes que sufren hemiplejia, parálisis cerebral u otra patología física, aunque también se han estimulado a los pequeños portadores del Síndrome de Down; en todos los casos con logros.

Aunque solo son visibles a largo plazo, en nuestros estudiantes se han visto los cambios, por ejemplo, en los autistas, quienes responden muy bien a las acciones de socialización con los caballos, señaló.

Refirió que se favorecieron, además, estudiantes con parálisis cerebral. Tenemos casos que inicialmente no caminaban, y hoy ya pueden hacerlo, aunque con dificultades.

Por supuesto que las sesiones de equinoterapia son complementarias, pues en ellas participan varios especialistas del centro docente, junto al responsable del proyecto por la Empresa de Flora y Fauna, facilitando así que los educandos reciban una estimulación constante y desde varias fuentes, lo cual es saludable y también mejora la comunicación, acotó.

José Alberto Cuesta, fisioterapeuta de la citada institución educativa, señaló que la interacción con el caballo en un entorno natural, al aire libre, es muy beneficiosa para los pequeños.

Desde su experiencia, mayormente con niños aquejados de parálisis cerebral, este joven afirma que la terapia fortalece los músculos y beneficia la motricidad, porque el equino les proporciona el equilibrio que ellos no tienen.

Se propician momentos muy buenos para la estimulación integral de los estudiantes, pues trabaja un equipo multidisciplinario donde intervienen, además, psicopedagoga, logopeda, instructor de música y de artes plásticas, agregó.

Historias como esas tienen muchos puntos comunes con otras que podemos escuchar en diversas partes del mundo, razón por la cual la equinoterapia se afianza cada día como una alternativa muy útil para mejorar la calidad de vida de las personas discapacitadas, y la equitación sigue ganando fama entre las actividades deportivas favorecedoras del desarrollo cognitivo, físico, emocional y social de los seres humanos.