SANCTI SPÍRITUS.- Con dos mil millones de metros cúbicos de agua por encima del promedio histórico de llenado de las presas para la época y su manto saturado, Cuba inició este mes de mayo un período húmedo atípico, lo que obliga a extremar las medidas de vigilancia en sus 242 presas.

De acuerdo con Abel Salas, vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, en los últimos tres años la Isla vivió una sequía extremadamente intensa y se alcanzaron los niveles mínimos de reserva del recurso natural; sin embargo, aclaró, llegó el huracán Irma en septiembre del 2017 y después, prácticamente NO ha dejado de llover.

En reunión del Consejo de la Administración Provincial de Sancti Spíritus dijo que en menos de un año el país salió de “tocar fondo” en los almacenamientos del líquido a registrar un volumen histórico de llenado para la fecha.

Salas puntualizó que en estos momentos –cuando apenas comienza la etapa de mayores niveles de precipitaciones- los embalses tienen una situación muy diferente a la de épocas anteriores; estamos ante un llenado excepcional en el país, insistió, y hay que adoptar todas las medidas para enfrentarlo.

Subrayó que esta particularidad obliga necesariamente a un control estricto de las micropresas y presas, sobre todo de las más significativas como la Zaza, la mayor de la nación, porque actualmente el manto freático y los suelos están saturados.

Mientras, el vicepresidente primero de Recursos Hidráulicos significó la importancia de prestarle la máxima atención a los pronósticos que emite el Instituto de Meteorología de Cuba puesto que les permite a las autoridades pertinentes adoptar cualquier decisión a tiempo.

La Zaza retiene 807 millones de metros cúbicos –el 88 por ciento de los 920 millones establecidos como límite de restricción- y la provincia, unos mil 039 millones, el 87 por ciento de su capacidad.

Según una nota divulgada por el periódico Granma cuando comenzó el recién finalizado periodo seco, tras varios años con acumulados de precipitaciones por debajo de lo habitual, la etapa lluviosa del 2017 registró un promedio nacional de mil 121 milímetros, el 112 por ciento de la media histórica, lo cual sumado a las lluvias posteriores llevaron al país al panorama actual.