CIEGO DE ÁVILA.- Una psicóloga de Santiago de Cuba, un pinareño instructor de arte, una periodista de Las Tunas, una representante de la Iglesia Metropolitana de la capital, un estudiante de Medicina granmense, uno de Veterinaria en Camagüey… más de 50 personas de distintas profesiones y procedencia coincidieron del 22 al 25 de febrero en esta central provincia, para soñar un mundo más justo y ayudar a construirlo.

La “culpable” fue la articulación juvenil por la equidad social, que tras cerrar el capítulo de sus talleres territoriales invitó al III Encuentro Juvenil Nacional de Capacitación y Coordinación de Acciones por la No Violencia Hacia las Mujeres.

El evento mostró a la articulación como el arcoíris que su nombre promete, una familia en que no se le pregunta a nadie cuál es su orientación social, identidad de género, afiliación religiosa, sino qué hace en nombre del respeto ajeno y contra la violencia en su contexto. Esos objetivos son lazos que unen a esta variopinta delegación.

Fueron días provechosos, con una agenda cargada de nuevos saberes: posicionamiento en las redes sociales, pistas para abordar la equidad social desde las juventudes, presupuestos de la educación popular y la violencia de género vista desde el derecho y la comunicación, fueron los temas para “clases” en las que prestigiosas profesoras de esas temáticas también se dejaron enseñar. Desde esa formación se pretende empoderar a las juventudes para que irradien su pretensión de equidad y solidaridad cada uno en su proyecto comunitario u otro espacio de acción.

Al cierre del Encuentro, se soñó en equipos la próxima campaña Eres Más y cómo dar pasos más firmes hacia una sociedad libre de prejuicios.

“Revisamos qué ha ocurrido en estos dos años y cómo vamos a proyectarnos desde las ideas de quienes integran la Articulación. En estos días se han develado nuevas áreas que están demandando nuestro trabajo, como los ámbitos religiosos y decisores que pueden contribuir a la concreción de la justicia que pretende el proyecto social cubano —explicó a Adelante Digital Yasmany Díaz Figueroa, coordinador nacional de la Articulación— Queremos cerrar la brecha que todavía tenemos en algunos territorios entre la sociedad civil y la sociedad científica, llegar a la Isla de la Juventud, Mayabeque y Artemisa, que nos quedan pendientes y fortalecer lo ya hecho donde sí hemos llegado, pero sin la pluralidad y la organización que merece esta gran causa”.

Según Díaz Figueroa, también subdirector del Centro Oscar Arnulfo Romero, padre del proyecto, en Camagüey la mayor fortaleza de la Articulación está en su cercanía con la academia y la deuda más grande es con el trabajo comunitario, que puede conseguirse a través de la alianza con proyectos sociales, culturales o deportivos ya existentes.