LA HABANA.- Los otorrinolaringólogos cubanos descartaron el uso de armas sónicas en los supuestos ataques que sufrieron funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Cuba, en una declaración dada a conocer hoy por el periódico Granma.

La Sociedad Cubana de Otorrinolaringología se sumó a los pronunciamientos de científicos y expertos en la materia, que han señalado las incongruencias de los síntomas, el contexto de los incidentes, las causas manejadas por Washington y el empleo de esos dispositivos.

Esta declaración se hizo pública en el Taller Internacional de Cirugía Endoscópica Funcional de Nariz y Senos Paranasales con Navegación Intraoperatoria, que sesiona hasta hoy en La Habana con la participación de especialistas de Estados Unidos, México y Austria.

De acuerdo con la información las leyes de la física, los principios básicos de la medicina y la lógica se empeñan en contradecir la hipótesis de que diplomáticos estadounidenses habrían sufrido supuestos ataques sónicos durante su trabajo en Cuba.

Científicos y expertos del mundo entero han señalado las incongruencias de los síntomas, el contexto de los incidentes y las causas manejadas por Washington, que incluirían el empleo de alegados dispositivos sónicos de largo alcance.

El doctor Antonio Paz, presidente de la Sociedad de Otorrinolaringología, leyó la declaración en la que señala que la presunta ocurrencia de ataques acústicos notificada por el gobierno estadounidense constituye una preocupación para los otorrinolaringólogos cubanos y especialistas afines.

Paz señaló que, como resultado de la investigación científica practicada por un Comité de Expertos nombrado oficialmente para este efecto, se determinó que los síntomas referidos por Estados Unidos sería imposible que estuvieran causados por la acción de un arma sónica.

En el documento los especialistas cubanos descartaron las intoxicaciones y las infecciones virales como posibles causas y criticaron la escasa información brindada por las autoridades estadounidenses para analizar los sucesos alegados.

Precisa que toda la información recopilada partió de un documento denominado Resumen médico, entregado a la cancillería cubana y cuya letra adolece de pruebas objetivas que respalden la tesis estadounidense y carece de los requerimientos científicos de la práctica médica habitual.

La organización científica señala en el texto que ve con profunda preocupación las últimas medidas del gobierno de Estados Unidos, que dañan el libre intercambio entre profesionales y científicos de ambos países.

Los otorrinolaringólogos cubanos y estadounidenses han mantenido una estrecha colaboración académica, en un ambiente de ética, transparencia y de amistad, como lo demuestra la celebración de este taller en el Centro de Entrenamiento de Cirugía de Mínimo Acceso, en La Habana.

Tras rechazar las falsas acusaciones, sin evidencia médica, invitan a las sociedades homólogas de América y del resto del mundo a unirse a esta preocupación, divulgar su contenido, preservar las relaciones científicas entre profesionales de la salud en el mundo y esclarecer la verdad.