La situación más crítica, sin caer en un estado de alerta, se concentra en la capital provincial, con un alto índice de infestación del mosquito Aedes aegypti y 1 138 de los 1 211 casos confirmados de enfermos con dengue en la provincia en lo que va de año, justamente en cinco áreas de salud: Julio Antonio Mella, Este, Centro, Norte y Previsora.

En ellas y con igual intensidad en el resto de las zonas se actúa para cortar la cadena de trasmisión, mediante un trabajo intenso de fumigación, de eliminación de microvertederos y de todo aquello que constituya cubil para la proliferación del vector, en una acción liderada por los trabajadores de la salud, comunales, de saneamiento y con el concurso de representantes del sector empresarial, presupuestado y de las organizaciones vecinales.

Hasta el mediodía del viernes se reportaba el ingreso de 182 personas en el hospital clínico quirúrgico "Amalia Simoni" con sospecha de dengue, mientras 32 presentaban trastornos gastrointestinales, recluidos en esa propia institución, de ellos cinco en los servicios de terapia intensiva.

Los esfuerzos van dirigidos a proteger, fundamentalmente, a los segmentos más vulnerables: niños y ancianos, éstos últimos con mayor riesgo de perder la vida.

Camagüey como provincia de más 800 000 habitantes tiene 136 956 mayores de 60 años, lo que indica el grado de envejecimiento de la población y de ellos una cifra superior a los 4 000 residen solos aquí.

Los medios de comunicación masiva ante este contratiempo se dedican a promover las medidas para contrarrestar la situación y a recorrer los puntos vulnerables, con el objetivo de elevar la conciencia sanitaria de la población en el enfrentamiento del dengue, el cólera y Chikungunya, virus de reciente aparición y portado por el Aedes albopictus.

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