CAMAGÜEY.- (ACN) La provincia  enfrenta una severa situación de sequía con los embalses a un 22 por ciento de su capacidad total, los pozos deprimidos, secos o contaminados por la salinidad, déficit en sus acumulados de lluvias y una insuficiente humedad en sus suelos.

De las 53 presas que tiene el territorio, el de más embalses en Cuba, más de la mitad están por debajo del 25 por ciento de su volumen y otras 10 están agotadas, mientras solo un reservorio, Máximo, supera el 80 por ciento de su almacenamiento, según reseña un informe de la delegación del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).

En igual situación se encuentran los niveles de agua subterránea, con tendencia al descenso, por las escasas precipitaciones ocurridas durante los últimos años, y la sobreexplotación de los sistemas, lo cual conlleva además, a la salinización de esas fuentes, comentó a la ACN  Yaisel Mayedo, directora provincial de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado.

Con un déficit de 126 milímetros de lluvia, el 2016 resultó ser el cuarto año más seco en más de una década, situación que se refleja en el llenado de los embalses y la escasa humedad de los suelos, con serias afectaciones para el área agropecuaria, económica y el abasto a la población, refiere el documento emitido por el INRH.

Según el sistema de monitoreo de alerta temprana para la Sequía Agrícola, en el 70 por ciento de las áreas de cultivo el suministro de agua es insuficiente y los municipios más afectados resultan Guáimaro, Vertientes, Florida y Santa Cruz del Sur, a la vez que se mantienen las condiciones de peligro extremo para la aparición y propagación de incendios en casi toda la provincia.

Más de 30 mil 700 personas están afectadas por entregas restringidas en los horarios de bombeo, en casi 90 comunidades, mientras otros cinco mil 400 usuarios, en alrededor de 20 localidades, se ven perjudicados por las fuentes salinizadas y los altos valores de nitrito y nitrato.

En este último caso, se incluyen los municipios de Santa Cruz del Sur, Sibanicú, Esmeralda, Vertientes, Sierra de Cubitas y la Playa Santa Lucía y el poblado de Camalote, situados al norte, indicó Mayedo, al tiempo que informó que hay seis equipos de bombeo fuera de servicio por roturas.

Roberto Rivero, residente en la comunidad La Ceiba, perteneciente al municipio de Camagüey igualó el actual periodo de sequía a una enfermedad progresiva, al afirmar que mientras más tiempo pasa las reservas de agua se deterioran y la afectación es inminente para las personas, los sembrados y los animales.

Casi todos los pozos por aquí están secos y recibimos el agua en pipas una o dos veces al mes, cuando aprovechamos y llenamos todos los depósitos donde podamos almacenar agua.

Ante tal situación, el INRH ejecuta un plan de acción para el enfrentamiento a la sequía, que comienza por la actualización de los Recursos Hídricos Aprovechables y Disponibles, así como la supresión de salideros -más de cuatro mil 800 en las redes y 411 en conductoras- con mayor incidencia en la ciudad de Camagüey.

También se realiza una investigación para construir tomas de aguas por municipios que permitan acortar el tiempo de entrega y el ahorro de combustible en las zonas con afectación por sequía.

De igual manera el Ministerio de la Agricultura y el grupo agroindustrial Azcuba, perfilan acciones como la instalación de sistemas de riego eficientes,  y la siembra de variedades de ciclos cortos.

La reducción de horarios de bombeo, la instalación de bombas con paneles solares en lugares de difícil acceso para el abasto a la ganadería y la recuperación de pipas y tractores para el acarreo de agua, también se aplican por el sector en el territorio.