CAMAGÜEY.- El estudio del impacto del uso del Heberprot-P en Cuba y, por supuesto, su efecto sobre las amputaciones mayores en los miembros inferiores en diabéticos con úlceras en sus pies, llega a una cuarta etapa, en la que se prevé involucrar al hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, antes de terminar el primer semestre del año, y con una duración entre tres y seis meses.

La información, ofrecida por el Dr. Raúl Romay Buitrago, jefe de servicio de Angiología y Cirugía Vascular en la institución hospitalaria y del Programa Provincial de esa especialidad, coincidió con el aniversario tercero de la Unidad de Atención Integral al pie diabético y la aplicación del Heberprot-P, adscrita al mencionado centro, con el antecedente de diez años atrás cuando comenzó a aplicarse ese fármaco cubano allí, único de su tipo a nivel mundial, altamente costoso con sus gastos sufragados por el Estado, de elevado estándar de calidad y prescrito para el tratamiento de pacientes con Úlceras del Pie Diabético (UPD), en estados avanzados y con alto riesgo de amputación.

Si lugar a dudas, las tres etapas que antecedieron el estudio previsto, avalan que el Heberprot-P revolucionó el tratamiento en una de las complicaciones más temidas en estas personas. Se asegura que el 15 % de los diabéticos en el algún momento de sus vidas hacen una úlcera del pie e igual que un 15 % de estos precisarían de ser amputados.

A propósito de los trámites establecidos, con la inclusión de la necesaria aprobación del comité de ética, la Doctora en Ciencias Isis Yera Alós, de la Dirección de Investigación Clínica del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, se refirió a los loables resultados obtenidos en las tres etapas anteriores de dicho estudio, en todas las que primó que en la mayoría de los casos de mutilación no habían sido tratados con el producto, y si lo recibieron la cifra fue considerablemente baja.

Además, puntualizó, que los sucesos lamentables respondieron más a la diabetes mellitus Tipo Dos, en personas mayores de 60 años y en que el éxito de la curación de esta afección exige un enfoque integrado y multidisciplinario.

Yera Alós insistió en que lo ideal siempre será no llegar a padecer de la úlcera, en coincidencia total con lo expuesto por el Dr. Pedro P. Vejerano García, Profesor Titular de vasta experiencia en la especialidad aquí, quien puso especial énfasis en la labor educativa a todos los niveles y no solo a escala de charlas sanitarias, para que el diabético conozca su padecimiento, cómo enfrentarlo, sus niveles de glucemia aceptables, y evitar las úlceras en sus pies.

En los estudios anteriores participaron el “Manuel Ascunce Domenech”, y las policlínicas Julio A. Mella, de Camagüey y la Norte del municipio de Florida.+