CAMAGÜEY.- Los proyectos para el Ministerio de la Construcción (Micons), sector que la atrapó por siempre, y los vinculados al turismo y los planes económicos agropecuarios y cañero-azucareros, avalaron su destacado quehacer dentro de Cuba y también en Venezuela.

Cuantificar sus diseños que se levantan intangibles con su impronta, desbordan el modesto currículum; sin embargo, su obra prima: el Politécnico de la Salud Octavio de la Concepción y de la Pedraja, la recuerdas con mucho amor, ¿Por qué?

“ Porque ese primer proyecto, salido prácticamente de mi trabajo de grado sobre planteles escolares, fue inaugurado por el Comandante en Jefe Fidel, algo que nunca se borrará de mi vida”.

Para la arquitecta “Cachita” como la llaman amigos y conocidos, como le gusta que la nombren, su participación junto a los ejecutores de sus diseños ha sido un constante aprendizaje…

“Sí, en ese mi primer diseño aprendí muchísimos con el negro “Neque”, un ejecutor brillante y con el colectivo de constructores… y aún continúo preguntando y aprendiendo, a pesar de que estoy jubilada tras 41 años de trabajo”.

Y sonríe, como aquella delgada muchachita frente a la figura gigante de Fidel que le dio el primer visto bueno a una rica trayectoria que todavía no finaliza…porque este marzo en el salón de protocolo Nicolás Guillén Batista de la plaza de la Revolución Mayor Ignacio Agramonte y Loynaz, la Unión de Arquitecto e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) en Camagüey la premió con la distinción por la Vida y Obra de la Arquitectura camagüeyana.