CAMAGÜEY.- Este jueves la casa de la Unión de Periodistas de Cuba sirvió de escenario para un taller sobre la cobertura a las exequias fúnebres del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en noviembre pasado.

Como parte de la Jornada de la Prensa Cubana, un grupo de profesionales del gremio que fueron protagonistas del hecho más importante del año en Cuba, compartió sus más íntimas experiencias.

Desde todos los medios provinciales llegaron las anécdotas y los comentarios sobre aquel esfuerzo conjunto por llevarle al mundo los pormenores del histórico momento. Desde visiones diferentes, todos coincidieron en que ese clasifica entre los trabajos más importantes y sentidos de sus carreras; también fue común el nudo en la garganta cuando llegaban las imágenes del recuerdo, como un deja vu.

“Fue el mayor reto que he afrontado como profesional. Tuve que aguantar el llanto en cada pase en vivo para la televisión nacional. Fueron momentos de reafirmación, otra vez Fidel nos convocó a marchar junto a él”, dijo la periodista de TV Camagüey María del Carmen Fuentes, quien aún lamenta no haber despedido personalmente las cenizas del líder por cumplir con su deber ante las cámaras.

Yadira Núñez Figueredo, corresponsal de Radio Camagüey, también afrontó dificultades: “Cuando vi el carro que transportaba el féretro y me pasaron la señal en vivo casi no podía hablar fluidamente, era mucha la emoción, mis colegas tuvieron que auxiliarme. Fue un momento muy difícil y más para alguien tan joven como yo”.

Desde el punto de vista organizativo aquel fue un escenario muy complejo. “Todo el personal de la prensa trabajó con el corazón, con mucho compromiso. En Adelante nadie quería ir a dormir, entregaban trabajos cada 15 minutos, todos se movilizaron automáticamente. Estoy muy orgullosa de lo que hicimos todos en esa coyuntura, marcó una pauta para futuras contingencias”, indicó Daicar Saladrigas, directora de este rotativo.

Fue un conversatorio ameno, constructivo; un espacio que todos necesitábamos para rememorar esos días que nos marcaron como periodistas y como seres humanos, porque Fidel sigue presente en cada trabajo, como un deja vu.