CAMAGÜEY.- “Son tiempos difíciles para el humor gráfico cubano”, ha afirmado Lázaro Miranda, más popular como el (Laz) que divierte y provoca a través del dedeté. Hace un año, en diálogo con Cubaperiodistas.cu —el sitio digital de la Upec— vindicaba el derecho al espacio que merece la caricatura, una de las expresiones visibles de la genética del ser nacional.

Nadie como el cubano tiene la capacidad para superar los obstáculos de la vida con entusiasmo, aunque sazone la broma con aguda visión ante actitudes, hechos y comportamientos sociales no compartidos. Es cierto, las publicaciones disminuyen, igual que la frecuencia de salida, sin contar los problemas de impresión y distribución, pero toda la culpa no debe recaer en las restricciones económicas.

Camagüey no cuenta con una publicación específica, aunque existió en la segunda mitad del siglo XX, y aunque el género fuera profuso en las páginas del periódico Adelante, recordemos de los 2000 la página Tintaempié. En aquel entontes coincidieron colegas Roberto Funes Funes y Juan Luis Serpa Rodríguez con la capacidad de reportar en la máquina de escribir y en los trazos con tinta china. Sin embargo pervive el gusto por captar la realidad con las otras líneas.

Esta muestra picante y risueña, a propósito de la Jornada de la Prensa Cubana, nos recuerda a Funes, nos devuelve a Serpa, nos expone el potencial tremendo en la provincia para enriquecer la visión y el criterio de nuestros medios. Riflexiones conforma un perfil humano de este oficio y, entre otros valores, insiste en la caricatura personal que —según el propio (Laz)— incluso los artistas han dejado a un lado.

Al trasluz de lo que ahora usted ve está el ánimo contagioso de los participantes al apropiarse de la intención nacional de reconocimiento a caricaturistas e ilustradores. Destacamos la intrepidez de Alejandro Bonet Piñón, diseñador gráfico en Adelante; y el tino de Oreidis Pimentel Pérez, quien como periodista al fin toca un bolsillo que nos duele: el salario.

Dos maestros que también insuflan juventud son el radialista Manuel Cano Iglesias y el televisivo José Gilberto Valdés, quienes también en el sentido de Serpa rebobinan con la experiencia sus lecciones de oficio, fundamentales para el presente y el futuro del periodismo.

Al quinteto se une un aprendiz, Roberto Carlos Serrano, estudiante de segundo año de la carrera de Periodismo, quien toma nota según su contexto digital y, mouse en mano frente al ordenador informa, comenta, crónica... de sus compañeros y de sus perseverancias con la verdad.

¿Por qué Riflexiones? Porque también es un homenaje expreso a Héctor Zumbado Argueta, el punzante que en pleno siglo XX elevó la tradición costumbrista del periodismo cubano, con las secciones “Limonada” y “Riflexiones” en Juventud Rebelde. Cumpliría 85 años el 19 de marzo, mas falleció en su Habana hace menos de un año.

H. Zumbado mantuvo siempre que el periodismo se lleva adentro y solo se ve a través de otros conocimientos y con la vida. Aquí va nuestra gratitud por alguien que nos sigue haciendo reír con sus textos, aunque confesara que hacer humor lo atormentaba. Entonces a reír y pensar como —en buen Zumbado— se le conoce al acto de riflexionar. Entonces, riflexionemos, siempre con sinceridad.