Manga al codo, en plena faena, encuentra este 28 de enero al Movimiento Juvenil Martiano (MJM) y sus Seminarios, que ese día tan feliz cumplen 45 años de activa presencia en escuelas, fábricas,  cooperativas, unidades militares… en todas partes, como ejercicio de estudio y aprehensión del legado del Héroe Nacional de Cuba.

“Llegué a José Martí o llegó él a mi vida por La Edad de Oro. Sin ir todavía a la escuela, cada noche mi abuela me leía una de esas historias escritas para los niños por alguien convencido de que se educa desde la cuna y que, quienes son la esperanza del mundo, han de conocerlo para transformarlo. Pero, debo a los Seminarios Juveniles de Estudios Martianos el ir más allá de aquellas lecturas y de lo aprendido en clases, la necesidad y el hábito de hurgar en los libros y ese querer volver, una y otra vez, siempre por más”.

Cuántos no podrán decir lo mismo que Yusuam Palacios Ortega, aún veinteañero, jurista de profesión y hoy por hoy presidente del Consejo Nacional del MJM y director del Museo Fragua Martiana.

A estas alturas, no resulta exagerado contar por cientos de miles los participantes en los Seminarios, que cada año involucran desde el nivel de base a niños -incluso en edad preescolar-, adolescentes y jóvenes estudiantes, trabajadores y combatientes, pero también a la familia, la escuela, la sociedad y sus instituciones, y contribuye a acercar a todos al pensamiento, la vida y la obra del más universal de los cubanos.

“Cada edición de estos foros representa una oportunidad para acercarse más, pensar, sentir, conocer y amar a Martí, para tratar de develar ese misterio que es y será siempre, para admirar su contemporaneidad, para deslumbrarnos con la magia de sus versos y la sabiduría de sus palabras.”

Palacios Ortega y su equipo de trabajo no descansan. Tienen muy claros la valía y los retos de ese Movimiento, creado por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en 1989 para contribuir a la formación patriótica y revolucionaria de las nuevas generaciones de cubanos.

“Los Seminarios gozan de buena salud. Ahora mismo, hay que ver la calidad, originalidad, riqueza y diversidad de temas y géneros de los trabajos presentados en las sesiones finales de la edición número 42, con sede en Camagüey.

 “Traer a Martí al presente, convertirlo en referente asequible y presencia entrañable, sembrar y lograr que en el corazón de cada niño y joven germinen las doctrinas del Maestro y sus virtudes, espiritualidad y ética, como asideros ante cualquier contingencia o dilema, es un “señor” empeño, que precisa  de tanta constancia, laboriosidad y paciencia, como el ejercicio mismo de educar.

  “Y no hay que olvidar que del X Congreso de la UJC -hace año y medio- recibimos el mandato de articular los esfuerzos para acercar más a las generaciones jóvenes, no solo a la vida y obra del Apóstol de la independencia de Cuba, sino a la historia toda de este pueblo, a sus héroes y mártires, como también de abrirle cauce al debate y multiplicar los espacios para ese Diálogo de Generaciones, al que nos convocó el doctor Armando Hart Dávalos, presidente de Honor del MJM”.

 Lo primero ha sido y sigue siendo fortalecer el Movimiento hacia dentro, consolidar sus estructuras y, sobre todo, sus bases, esos clubes patrióticos Amigos de Martí, para niños y adolescentes, y los clubes juveniles martianos, que reúnen a estudiantes universitarios y del nivel medio superior de enseñanza y a jóvenes trabajadores y combatientes.

 Reorganizar, vigorizar y hasta refundar, según sea el caso. Todo eso se ha estado haciendo porque de todo hay, incluso clubes “fantasmas”, que sólo existen en papeles  cuando una “visita” pregunta, o que simplemente nadie recuerda que alguna vez fueron creados, casi seguro por encargo y puro formalismo.

 Son tiempos, también, de crecer, ampliarse, de sumar a más y más, por ejemplo, jóvenes obreros y a los incorporados a las nuevas formas de gestión no estatal, de esmerarse en el trabajo con los niños y adolescentes, de emplear bien las tecnologías de la información y las comunicaciones y ponerlas al servicio de todo este empeño, para que el mensaje llegue.

“ El Movimiento ha de construirse desde abajo, a imagen y semejanza de sus miembros. Tan heterogéneo como la juventud misma. Sólo así puede ser auténtico”.

 Las jornadas martianas a propósito de este 28 de enero son apenas el comienzo de un 2017 que promete ser “movidito” para el MJM. He aquí un pequeño botón de muestra de lo mucho que está por suceder:

“En febrero y para celebrar el cumpleaños 85 del Señor de la

Vanguardia, andarán los jóvenes Por los senderos de Camilo, incluida la ruta de la columna número dos Antonio Maceo, durante la campaña invasora del Ejército Rebelde, y en marzo volverá a la carga el proyecto Cuba en mi mochila, esta vez con el estudiantado del nivel medio superior de enseñanza como protagonista mayor.

“No faltarán oportunidades para profundizar en las raíces de

nuestro antimperalismo, en las ideas de Fidel y su obra -que es la Revolución misma-, en el pensamiento guevariano, justo cuando se cumple medio siglo de la caída en combate del Guerrillero Heroico y no pocos de sus compañeros de armas en la gesta boliviana.

“Y hay hombres y hechos, que nuestra generación debe conocer mejor y que queremos honrar, como la epopeya del 13 de marzo de 1957, el levantamiento popular en Cienfuegos, ese mismo año, el cinco de septiembre, a Abel Santamaría, en el aniversario 90 de su natalicio, a los hermanos Luis y Sergio Saíz, asesinados hace 60 años, a José Antonio, Fructuoso, a tantos y tantos jóvenes eternos. En verdad tenemos un mundo de cosas por hacer”.