CAMAGÜEY.- (ACN) El aumento de las ventas de gas licuado en el año recién concluido con respecto al anterior, cuando comenzó el expendio liberado, determinó que se proyecte para 2017 el incremento de los puntos de venta y otras mejorías para ese servicio en la provincia.
En conversación con la ACN, Iván Lora Alfredo, director de la Unidad Empresarial de Base Gas Licuado, de la Empresa Comercializadora de Combustibles CUPET Camagüey, explicó que ya se aprobó el traspaso a esa entidad de cinco antiguas salas de video en comunidades de esta ciudad.
Este año debe salir la inversión para remodelar esos inmuebles en función del expendio del producto, tan eficiente para la cocción de alimentos, y ampliar así la capacidad de respuesta en el municipio cabecera, donde único se vende de manera liberada hasta el momento, comentó.
Datos facilitados por el directivo muestran que la demanda del gas licuado es creciente.Hay momentos en el año, como el mes de diciembre, donde aumenta considerablemente y crea una gran presión en los establecimientos, los cuales ya se habían incrementado en otros dos puntos, además de los existentes, cuando se aprobó la comercialización libre.
Si bien las nuevas contrataciones y arriendo de cilindros se comportaron en 2016 ligeramente por debajo de 2015 -en febrero de ese año comenzó el servicio liberado-, las ventas sí fueron superiores en 55 por ciento en el año concluido con respecto al calendario anterior, con más de 338 mil cilindros vendidos.
Lora señaló que, además de la ampliación de los puntos, 11 en estos momentos, se trabaja en la mejoría de la comunicación telefónica y vía web de esos establecimientos, para que el cliente no esté sujeto a comprar donde realizó el contrato, sino donde estime conveniente.
Junto a la mayor satisfacción de los usuarios se aliviará también la presión de la demanda, pues hay puntos con mayor cantidad de contratos asociados y donde los picos de venta crean situaciones de incomodidad y ralentizan la venta, acotó el directivo.
La comercialización liberada de gas licuado se incluye dentro de los lineamientos de la política económica cubana para lograr una mayor eficiencia energética, y se desarrolla en La Habana, en el municipio especial de la Isla de la Juventud, y en las capitales provinciales de Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba.