CAMAGÜEY.- Marcados por el profundo dolor por la partida física del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, cientos de combatientes camagüeyanos recibieron la medalla conmemorativa 60 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), a través de la cual el Consejo de Estado de la República de Cuba reconoce a hombres y mujeres que han demostrado su incondicionalidad para con la Revolución.

Después de guardar un minuto de silencio, los congregados en la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz recibieron la condecoración de manos de pioneros, como símbolo del relevo generacional en la construcción del socialismo.

Dagmara Sánchez López, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC), Walter Simón Noris primer secretario del PCC en el municipio y el General de Brigada Ricardo Junco Pimentel, Jefe de la Región Militar, entre otros dirigentes políticos y gubernamentales, presidieron el acto en una mañana nublada, donde la bandera de la estrella solitaria ondeaba a media asta.

Esta condecoración se le otorga en todo el país a los asaltantes al Cuartel Moncada, expedicionarios del yate Granma, combatientes del Ejército Rebelde y la Lucha Clandestina. Igualmente, a pensionados de las FAR y el MININT con más 25 años de servicio, que pertenecen a la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, a los miembros del Buró Político, del Secretariado del Comité Central y a los miembros de los Consejos de Defensa a los distintos niveles en reconocimiento a los méritos prestados a las FAR y la Patria.

Confesiones entre dolor y orgullo

Para la mayoría de los homenajeados la tristeza de recibir la medalla en un momento tan difícil para los cubanos dignos se convierte en compromiso ineludible de continuar la obra de Fidel Castro Ruz.

Elpidio Lezcano, fundador del Movimiento 26 de Julio en Camagüey, rememoró los diferentes encuentros con Fidel en recorridos por los principales polos agropecuarios de la provincia. “Era impresionante la sensibilidad del Comandante ante las necesidades de la gente, varias veces fui testigo de como él ordenó que construyeran comunidades enteras para solucionar los problemas de los desposeídos. Siempre estaba al tanto de los programas agropecuarios e insistía en la idea de auto-abastecernos de alimentos. Este es uno de los días más tristes de mi vida”.

Por otra parte, Pablo Soto Endemaño, capitán del Ejercito Rebelde, reconoció que “un sentimiento agridulce me invade en este día, más agrio que dulce. Si hoy recibo esta medalla es por seguir el ejemplo de Fidel”.

“En las dos ocasiones que estuve a su lado me impactó su poder de oratoria, él se sabía poseedor de la verdad, por eso siempre hablaba con firmeza. Es la hora de seguir su legado para que nunca mueran sus ideas”, agregó el emocionado veterano.

El miembro de la Columna #1 del Ejercito Rebelde, Arnaldo Díaz García, confesó que “no tenía ganas de venir a esta ceremonia porque me sentí muy mal desde que supe la noticia. Sin embargo, ahora entiendo que hay que seguir adelante por Fidel. Quién tenga su ideario como doctrina de vida puede considerarse un hombre de bien”.

 

 

Los niños y jóvenes presentes en la plaza también comparten el pesar de los condecorados por la partida física de líder de la Revolución Cubana. Laura Castelló ve frustrado el sueño de conocerlo en persona. “Solo nos queda seguir su ejemplo y sus ideas para ser cada vez mejores. Ahora trataré ser mejor estudiante y mejor persona”.

Daniela Díaz esta orgullosa de ser cubana porque “gracias a Fidel todo el mundo nos respeta pues supo defender nuestra libertad siempre. Él tenía mucha confianza en los jóvenes, hay que tratar de no defraudarlo”.

Así amaneció hoy Camagüey y su pueblo, así estará durante semanas porque esta es una tierra profundamente fidelista.