CAMAGÜEY.- La labor preventiva desde la enseñanza primaria, formación laboral de los alumnos, superación de los maestros, vinculación de los sectores y la atención a la familia, constituyen los principales desafíos de docentes, directivos y especialistas cubanos de las escuelas especiales para la atención a niños, adolescentes y jóvenes con trastornos de la conducta.

Así lo precisaron los participantes en el Colectivo de Autores de las Especialidades de Trastornos de la Conducta, que sesionó durante tres días en la Escuela Pedagógica “Nicolás Guillén”, de la capital agramontina.

Miriam Menéndez Peña, metodóloga nacional de la dirección de Educación Especial, explicó que en el país se realizan disímiles acciones con vistas a fortalecer la formación laboral de los alumnos de esas instituciones, a partir del desarrollo de talleres en distintas manifestaciones.

Entre las principales se encuentran carpintería, albañilería, confecciones textiles, educación doméstica y artesanía, además del trabajo en los organopónicos y la cría de animales como aves, ovinos, caprinos, cerdos. Las provincias más destacadas son Las Tunas y Pinar del Río.

La creación de los Centros de Orientación y Atención Pedagógica para lograr un mayor alcance en la identificación de los casos y el tratamiento a seguir, es uno de los retos del referido colectivo.