CAMAGÜEY.- Con motivo del 40 aniversario de los Órganos Locales del Poder Popular, sesionó aquí en Asamblea Solemne esa estructura de dirección, en la noche de este lunes. Y no fue fecha cualquiera la escogida, el siete de noviembre es día de fiesta para los camagüeyanos.

No se trata de mero simbolismo: la revisión continua de la historia fue convocatoria extendida en el encuentro. Tal vez por esa razón El Potrero de Jimaguayú de aquel siete de noviembre de 1976 cupo en el Teatro Avellaneda de hoy, justo del modo inverosímil en que toda la gloria del mundo se ajusta a las dimensiones de un grano de maíz.

Isabel González Cárdenas, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular, recordó el protagonismo del Camagüey en la génesis de nuestro sistema de Gobierno, porque “somos cuna del constitucionalismo mambí”. También conminó a la gestión colectiva, a la cohesión de todos los factores desde la base, siempre bajo la guía del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Por semejante cuerda dirigió su intervención Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del PCC en la provincia, al reconocer la significación del trabajo comunitario. En primera instancia, los delegados tienen el deber de brindar siempre la respuesta oportuna a sus electores; según destacó es esa una tarea de comprensión y sensibilidad política.

Esas son cualidades que le sobran a Nieves López Ruiz, delegada de una circunscripción en Las Parras, Florida. Contó a Adelante Digital que se inició en esa responsabilidad con 21 años y de manera ininterrumpida la ha continuado durante cuatro décadas: “ese día pensaron en mí los mismos vecinos de la comunidad donde nací y crecí. Era un órgano prácticamente desconocido pero acepté representarlos; nunca calculé si llegaría a los 20, a los 30 o a los 40 años en esa labor. El trabajo con el pueblo es hermoso, una aprende a quererlo, a necesitarlo porque se sabe receptor-solucionador de sus inquietudes. El Poder Popular es parte de mi vida”. Como Nieves, también Mario Leandro Millares y Francisca León Bermúdez, de Vertientes; José Pimentel, de Guáimaro; e Iraida Curró Basulto, del municipio cabecera, recibieron agasajos. Ya el barrio les dio hace mucho el mayor grado académico en ese ejercicio.

Por el sacerdocio al lado de su pueblo, ese que lo aceptó un día al frente de la caballería sin vestigio alguno de regionalismo, Tapia Fonseca mereció la réplica del sable de El Mayor, máxima distinción que ofrece la Asamblea Provincial; el cariño y el respeto de los camagüeyanos ya es “medalla vieja” en su vitrina. Y por su aporte invaluable a la cultura de la comarca Fernando Medrano Vireya, director de la Compañía Folklórica Camagua obtuvo en la ocasión el escudo de la provincia.

Otros cuadros del Partido, el Gobierno, delegados, diputados, periodistas y trabajadores destacados, en activo y jubilados, del sistema del Poder Popular fueron congratulados; y de manera especial Mercedes Duque Estrada, primera mujer que integró la dirección de la Asamblea, como vicepresidenta.