CAMAGÜEY.- Nadie pudiera imaginarse el ajetreo en las redacciones periodísticas cuando se avisa la cercanía de un ciclón. La rutina diaria pasa a segundo plano. Los partes meteorológicos, las notas de la Defensa Civil y las medidas de los Consejos de Defensa, se convierten en leitmotiv de las jornadas laborales, esas que también comienzan a tener sus “fases”.

FASE INFORMATIVA

Implica mucha responsabilidad mostrar al pueblo una visión multidisciplinaria a partir de la información de especialistas y protagonistas. “Se trata sobre todo de saber de lo que se está hablando y hacerlo con precisión. Las personas confían en nuestros medios de comunicación y en nosotros. Debemos siempre pensar en lo que quieren saber y a partir de allí buscar elementos que garanticen el tratamiento certero a la información”, asegura Miozotis Fabelo Pinares, corresponsal de Radio Rebelde.

Aunque en cada medio se busquen distintas alternativas y puntos de vista a la hora de abordar el fenómeno, ya la guía está trazada. La Defensa Civil se encargó de redactar “noticias” en forma de planes para circunstacias especiales que se activan cuando algún Ike, Paloma o Matthew nos pone en alertas.

Equipos de la televisión y la radio transmitiendo en conjunto para mantener informada a la población. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteEquipos de la televisión y la radio transmitiendo en conjunto para mantener informada a la población. Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante

FASE DE ALERTA

Ya sea por una edición especial del Adelante, por la transmisión ininterrumpida de las emisoras o por las revistas informativas de TV Camagüey, el pueblo puede conocer los lugares donde se comercializan alimentos en horarios extendidos, los números telefónicos para denunciar cualquier indisciplina o saber de primera mano las condiciones de los evacuados.

“Esto es posible gracias al trabajo de muchos. Detrás de cámara hay compañeros, que a veces sin dormir, graban, editan y reportan desde la calle, los hospitales, los centros económicos de mayor interés, para transmitir esa confianza que el pueblo espera y a la que está acostumbrado”, refirió la periodista María del Carmen Fuentes.

Y si de apoyo se trata no se puede dejar de mencionar a la familia, que como dice el reportero Rolando Sarmiento Ricart, son los pilares que sostienen las urgencias del hogar cuando los vientos de este huracán llamado Periodismo nos reclaman en otras coordenadas.

FASE DE ALARMA

Hace unos días, con el paso de Matthew por el Oriente del país, se reafirmó la importancia de la Radio en tiempo de huracanes. Las diez emisoras de la provincia garantizaron 24 horas de transmisión sobre el fenómeno, su trayectoria, intensidad y comportamiento, así como la situación actual del territorio.

Según María Regla Vasallo Conde, subdirectora provincial de Programación e Información, el esfuerzo se duplicó en el caso de los municipios. “No todos disponen de una plantilla amplia, sin embargo sustentaron la parrilla con materiales de interés, contactos con emisoras de las áreas afectadas, incluso, se llamó a una colega en Baracoa mientras el huracán los azotaba, y dimos a conocer en vivo lo que pasaba allá”.

El bombillo rojo también alumbró a las páginas web de cada institución que mantuvieron actualizados a los internautas de todo el mundo. Otros ”iluminados” por la premura del evento fueron los “cicloneros” del Adelante impreso: los fotógrafos Leo, Otilio y Durán, la correctora Carmita, el diseñador Alejandro y hasta Luisito, Ernesto Y Yoan detrás del timón, quienes tuvieron una breve calma cual ojo de huracán el martes 4 de octubre justo a las 2:30 a.m., cuando Holguín recibía para imprimir los 40 000 ejemplares de la edición especial que en pocas horas circuló en este territorio, para describirle a Matthew en letra impresa a los camagüeyanos.

Sin importar las condiciones de trabajo... Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteSin importar las condiciones de trabajo... Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante

FASE DE RECUPERACIÓN

Recuperarse tras el paso de un evento meteorológico no resulta fácil. Para los damnificados comienza una etapa de reconstrucción; para muchos, de ayuda incondicional; para los periodistas, supone una cercanía más honda con ese ser anónimo que le sigue la voz, el rostro o las letras.

Unas veces denunciando, cuestionando lo mal hecho; otras, como esta, informando, explicando, transmitiendo ánimos, certidumbre, confianza y seguridad. Es que de ese trueque de trajes también va nuestra profesión.