CAMAGÜEY.- (ACN) Esta provincia es una de las más avanzadas de Cuba en los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo (PVR), de gran importancia para los planes de reducción de desastres, ordenamiento territorial y concepción de las políticas de desarrollo económico y social.

José Miguel Plasencia, coordinador de esa tarea en el  Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de Camagüey (Cimac), añadió que de los siete proyectos PVR previstos en el territorio ya concluyeron cinco y dos se encuentran en fase preliminar.

Los estudios son actualizados cada cinco años, y el primero de los terminados, de hidrometeorología, corresponde a inundaciones por intensas lluvias y penetraciones del mar, y fuertes vientos.
Otros dos conciernen a las intensas sequías, y catástrofes tecnológicas, las cuales son la fuga de gases y derrames de líquidos, en ambos casos nocivos, explosiones e incendios. 

Las restantes pesquisas finalizadas son  de enfermedades, una en animales  --como los bovinos y caprinos--, y otra en plantas, entre ellas, caña de azúcar, arroz, maíz, frutales y cítricos.
El interlocutor agregó que en fase preliminar están los análisis acerca de los sismos, y afecciones humanas.

La Delegación Provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), a la cual pertenece el Cimac, es la entidad coordinadora de los estudios de PVR, a cargo de diversos organismos, y con resultados destinados a la Defensa Civil, entre otros destinatarios.

Los estudios tienen adecuación en los niveles provincial y municipal, según los peligros predominantes identificados en esas jurisdicciones, con un enfoque integrador de la gestión en riesgos de desastres --de origen natural y a causa del hombre-- y de adaptación al cambio climático.

Un ejemplo de las transformaciones del clima es que científicos cubanos estiman para el año 2100, una elevación de la temperatura media en el país, en relación con la del presente, de 1,6 a 2,5 grados Celsius, índice pequeño en apariencia, pero notable en el ascenso del calor.