Camagüey.- Líderes de instituciones religiosas y de asociaciones fraternales de Ciego de Ávila y Camagüey marcaron un momento especial en el espacio de consulta y reflexión de los documentos aprobados, en principio, por el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba sobre Conceptualización del modelo económico cubano de desarrollo socialista y el Proyecto nacional de desarrollo económico y social hasta el 2030, con su propuesta de visión de nación, ejes y sectores estratégicos.

Caridad Diego Bello, jefe de la Oficina de Atención de Asuntos Religiosos del Comité Central intercambió con los participantes en una clima distendido.Desde un enfoque de devoción a Dios y afianzado en la práctica social, todos los religiosos que intervinieron en el análisis estimularon la idea de que el pensamiento individual, con diferentes matices, constituye el soporte para enriquecer y perfeccionar colectivamente ambos documentos, porque como dijo José Antonio Morales, uno de los representantes de la Iglesia católica “se está jugando la prosperidad de este país”.

“En el párrafo 50, donde dice: la sostenibilidad del socialismo está asociada al desarrollo y requiere ritmos y estructuras de crecimiento de la economía que aseguren la prosperidad con justicia social”, el orador insistió que debe ser lo más acelerado posible y reforzar la atención de los campesinos para evitar el éxodo hacia las ciudades e hizo notar el orgullo por la electrificación de Las Casimbas, un sueño que parecía imposible en esa zona, una de las más productivas de Najasa”.

A la idea anterior, Ormara Noya Caos, de Fraternidad de Iglesias Bautista de Ciego de Ávila manifestó conformidad que fuera de esa manera, pero con calidad para evitar chapucerías.

El primer enfoque se aviene con el párrafo 293. Dice literalmente: “Se incentiva la permanencia y retorno de las familias y los jóvenes a las comunidades rurales, con énfasis en aquellas con mayores potencialidades productivas”.

El intercambio generó enseñanzas y también información para que el auditorio conociera que Camagüey no permanece cruzada de brazos.

Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Partido en la provincia, ilustró como en diferentes municipios son electrificadas zonas rurales con el doble propósito de dar corriente y para producir alimentos, proceso previsto en 73 lugares del campo.

El dirigente político anunció que hay aprobado para el próximo año un financiamiento por 20 millones de pesos con la intención de recuperar la ganadería en Camagüey. Los equipos (buldózer, maquinaria y equipamientos) empiezan a llegar a fines de año, logística que necesita la capacitación del personal, que pueden ser estudiantes o egresados de carreras agropecuarias.

Durante unas cuatro horas duró el debate con énfasis puntuales en los principios que sustentan el modelo y sus principales transformaciones, la propiedad social sobre los medios de producción, la dirección planificada de la economía y la política social, la cual no excluyó valoraciones sobre envejecimiento y la utilidad de reforzar el actual programa, aprobado por el Estado y que encauza el Ministerio de Salud Pública.

Ernesto Figueredo, también de la iglesia católica, convocó desplegar una mirada hacia lo económico, sin estigmas, combinando desde abajo la regulación y distribución estatal con el mercado dentro de la economía solidaria que “puede enriquecer estos principios”.

Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido, realizó intervenciones puntuales para esclarecer conceptos y respecto al tema del envejecimiento citó el programa aprobado por el Estado para el mejoramiento de casas de los abuelos, hogares de ancianos, estimular la natalidad, con beneficios a los da mayor cantidad de hijos, asuntos en los que se está trabajando.

La baja natalidad, los abortos, embarazos en la adolescencia y las insuficiencias de la educación en la familia, fueron señaladas como cuestiones que conspiran contra el futuro.

El sacerdote Francisco García, párroco de la Iglesia San Lázaro, ubicada en los predios de la Escuela de Música José White, compartió el criterio de que en el documento saliera una formulación sobre el hombre como sujeto de la sociedad. Llamó la atención acerca de la indiferencia de determinados profesores, en relación con el comportamiento humano de algunos muchachos y la irreverencia de éstos hacia los símbolos patrios. La escuela es la continuidad del hogar, pero en una acción recíproca con la comunidad.

El planteamiento del padre Paquito, como es conocido entre los feligreses, no está ajeno al párrafo 287: “La familia, la escuela, los educadores y la comunidad desempeñan un papel importante en la integralidad de la formación en valores de las nuevas generaciones, entre las cuales el Estado favorece y propicia una vinculación permanente”. Llamó a cuidar el contenido de las composiciones musicales que dejan mucho que desear en la concepción de la cultura general e integral.

También se escucharon las voces de Lázaro Rivero Valero, de la Asociación Yoruba; y de representantes de la Soca Gakkai, organización budista laica; de las denominaciones Adventista del séptimo día, de la iglesia de Dios Ortodoxa, de Esmeralda; y Magaly Hernández de la Iglesia Presbisteriana, de Camagüey, entre otros oradores.

Tapia manifestó que los documentos, catalogados de útiles por los participantes en el encuentro, son para transformar la vida de todos los sectores y tienen que ver con la actuación de todos y cómo materializarlos.

En la medida que se celebran estas reuniones, todo lo tratado y que conllevan a la supresión, adición o modificación de párrafos, es elevado a la máxima instancia política en el país para su tabulación y posterior análisis en el pleno del Comité Central y aprobación por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Los participantes en el encuentro aprobaron el espíritu de los documentos y algunos tuvieron palabras de agradecimiento por la posibilidad que se les dio de expresar sus opiniones en un ambiente de respeto.

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