Expertos del Ministerio de Educación Superior (MES) serán los encargados de esa responsabilidad, entre el 25 y 29 del actual abril, con la inclusión de hospitales, policlínicas, consultorios del médico y enfermera de la familia, vinculados con el proceso docente educativo.

En la Casa de Altos Estudios se conoció que para medir y otorgar los estándares de calidad, que son reconocidos, incluso, a nivel internacional, son tomados en consideración la pertinencia e impacto a la hora de solucionar los problemas de la sociedad relacionados con la salud; los profesores y personal auxiliar, por supuesto, la calidad y superación del claustro, en el primero de los casos, y en el segundo el resultado en el apoyo a la docencia; también los logros de los estudiantes desde el desempeño en la proyección comunitaria y la promoción de salud para así transformar en la población hábitos de vida, los relacionados con las investigaciones científicas y las acciones extracurriculares.

La infraestructura se tiene en cuenta igualmente, como las aulas, los laboratorios de todo tipo, las nuevas tecnologías a disposición, las residencias estudiantiles, los siete hospitales, 13 policlínicas y 223 consultorios de médico y enfermera de la familia, considerados vitales en la formación de los educandos; y la situación curricular, que concibe los planes de enseñanza y si estos logran ser adecuados para el actuar de los egresados, todo lo que será supervisado por la junta de acreditación, lo mismo de manera teórica como práctica.

La acreditación de la “Carlos J. Finlay”, como institución, fue otorgada en el 2014 y favoreció la labor docente e investigativa, y su proyección académica a nivel internacional.

La matrícula actual es de 3 292 estudiantes, 1 245 residentes, 106 extranjeros de unos 40 países, mientras las especialidades médicas en formación superan las 45.

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