Varias fueron las intervenciones de los muchachos de la Organización de Poneros José Martí, dirigidas sobre todo a valorar el cumplimiento de sus deberes, la formación vocacional, la situación de las casas de estudio.

Sobre el protagonismo pioneril al que están llamados, Rachely Carmenates transmitió su experiencia como jefa de colectivo, “pues en los consejos de dirección nos toca un papel activo, tenemos que ser portavoz de las inquietudes de nuestros compañeros, esa es nuestra responsabilidad.”

Asimismo, la pionera Daylena Nieves dedicó su alocución a las maneras de aprender la historia nacional y local, y defendió una mayor realización de “encuentros con combatientes y el historiador de la urbe; tenemos que realizar más contactos con quienes vivieron los acontecimientos, fuera de los libros también se encuentran enseñanzas importantes”, concluyó.

Y el pequeño Cristian Gómez dio una lección más grande que su estatura. La conveniencia de círculos de interés como el suyo, de Veterinaria, son cruciales en un entorno como el de Guáimaro, tierra eminentemente ganadera. Al menos con Cristian ya tienen allí a un conocedor de la materia: “me pongo muy alegre cuando vienen los compañeros de la CPA Mártires de Cascorro a enseñarnos cosas sobre los animales, esa es la profesión que quiero”.

El encuentro de los delegados del territorio devino ejercicio profundo de pensamiento, pues además de opinar y defender sus intereses, propusieron ideas que concretadas, bien pudieran mejorar la vida social de sus pobladores. Ese fue el caso de Aymé Marín Labrada de noveno grado, quien en una de sus intervenciones abogó por el trabajo mancomunado de organizaciones e instituciones en el rescate del “trencito, el ranchón del parque infantil y el cine, los espacios y las oportunidades para el esparcimiento sano debe constituir una prioridad”.

Marcos Antonio Fernández Roquero, quien cursa el noveno grado en la Secundaria Básica Roberto Rodríguez fue electo el delegado que, en representación de los 119 destacamentos del municipio, asistirá a la Asamblea Nacional de la Organización de Pioneros José Martí, prevista del 15 al 17 de julio próximo.

Pero con certeza la mayor sorpresa fue la interpretación de “Saberse cubanos” del inquieto Abdiel Jiménez, estudiante de octavo grado de la Escuela Especial Horacio Cobiella que sueña con ser maestro. Tras muchas disertaciones Abdiel quiso hablar, ya en las conclusiones, de los festejos por el cuatro de abril en su centro: “jugamos fútbol, hicimos el baile de la escoba, cantamos y comimos cake”. “¿Quieres cantar?”, le preguntó Yaykibel Cordoví Ramos, presidenta de la Organización en el terruño. Y él respondió, micrófono en mano, con una entonación impecable; y la emoción se apoderó de todo el auditorio, que de allí salió, como asegurara Abdiel, “más cubano”.

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