Pertenezco a una generación que no creció con la tecnología digital, y todo esto de los teléfonos móviles e Internet es nuevo y complicado para mí, pero con los muchachos de ETECSA todo se hace más fácil pues te explican varias cosas y tienes la seguridad de que no abusarán de tu desconocimiento, comentó.

En conversación con la ACN en una de las zonas Wi-Fi de esta ciudad, varios internautas coincidieron en criterios positivos sobre los instructores, cuya figura contrasta con la de otros que se dedican a pulular por esas áreas para cobrar la asistencia a los poco duchos en materia digital.

Incluso en nuestra estancia en esos lugares, hemos presenciado a algunos tratando de captar contraseñas de los usuarios, ya sea acercándose a ellos cuando se autentican en la red, o escuchándolos si la dicen en voz alta, algo contra lo cual alertamos a las personas, explicó Yasiel Cabrera, uno de esos instructores.

Ese joven ingeniero informático, de servicio social en el departamento de Comunicación de ETECSA, en la provincia de Camagüey, ha sido uno de los impulsores de ese proyecto, cuyos 24 participantes deben alternar esa función, de manera voluntaria, con sus ratos libres o incluso con horarios de trabajo.

Por esa razón no podemos estar todo el tiempo necesario allí, estamos en dúos los martes y jueves a partir de las cinco de la tarde, pero ya las personas nos conocen y se acercan muchos a demandar la ayuda, pues al principio no sabían quiénes éramos y por qué acudíamos allí.  

Identificados con pulóveres y gorras, los Instructores Wi-Fi son muy solicitados para consultas sobre los pasos para establecer la conexión, cómo recargar la cuenta y dónde adquirir tarjetas temporales al precio establecido por ETECSA.

En la provincia de Camagüey, con tres zonas para la conexión inalámbrica en el centro de la ciudad cabecera, al cierre de 2015 se habían activado más de 122 mil cuentas Nauta, marca comercial que posibilita el acceso a la red de redes.   

{flike} {plusone} {ttweet}