Según la Empresa Azucarera Camagüey, en el bimestre las ocho unidades dedicadas a la producción de la gramínea debieron plantar mil 065 hectáreas, pero el resultado quedó en 773.

Las situaciones más comprometedoras están en las entidades Batalla de Las Guásimas, Brasil, Carlos Manuel de Céspedes e Ignacio Agramonte.

Por el contrario, con registros por encima de los planificados los reportan las áreas abastecedoras de los ingenios Siboney, Panamá y Argentina.

En enero la ejecución de esta labor se demoró por lluvias, pero en febrero las precipitaciones no han sido intensas ni frecuentes, a excepción de la zona donde radica el central Batalla de Las Guásimas.

Ese estado de cosas limitó considerablemente la preparación del suelo y la roturación solo está al 63 por ciento y el tendido de los surcos al 43.

En el cuatrimestre enero-abril el territorio pronosticó plantar unas cuatro mil 300 hectáreas en lugares beneficiados con riego.

Especialistas agrícolas consultados por la ACN señalaron la urgencia por acelerar el acondicionamiento de la tierra a fin de contar con bastante superficie lista para recibir las semillas en mayo y junio, cuando se desarrolla el fuerte de la siembra de la llamada campaña de primavera –de enero a junio- y con humedad en los campos por ocurrir en la estación lluviosa.

En ese semestre Camagüey calculó conseguir unas 14 mil 670 hectáreas, de las 24 mil 600 del año.   

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