De acuerdo con la Empresa Azucarera Camagüey , el dulce elaborado hasta ahora representa solo el 65 por ciento de lo previsto para esta fecha, con los retrasos más significativos en los centrales Brasil, Batalla de Las Guásimas y Carlos Manuel de Céspedes.

La principal causa de esa situación obedece a las bajas molidas, que en conjunto los cinco ingenios en la campaña promedian al 61 por ciento de aprovechamiento de la norma potencial, mal del que únicamente escapa la planta Siboney (85).

Tal resultado se debe fundamentalmente a lluvias frecuentes en la actual temporada invernal, sobre todo en enero y buena parte de febrero, lo cual impidió o limitó la operación de las máquinas cosechadoras de caña, encargadas en casi su totalidad con el abastecimiento de materia prima a las industrias.

Aparte de frenar la recolección, la permanente humedad en los campos trae aparejado que la sacarosa no se concentre en los tallos de la gramínea, que con el favor del agua sigue su desarrollo vegetativo.

Es por ello que el rendimiento fabril, junto a la molida uno de los medidores esencial de la eficiencia en la zafra, alcanza valores de 8,54 toneladas de azúcar por 100 de caña procesada, demasiado bajo para este momento a las puertas de marzo cuando tradicionalmente se llega a las mayores cifras.

El desarrollo de la campaña será tema de análisis en la Asamblea Provincial del Poder Popular que sesionará este domingo 28.   

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