Este proyecto de Salud tiene como objetivo fundamental garantizar la atención médica integral a la madre y al niño, dar seguimiento a las embarazadas consideradas de alto riesgo y garantizar la efectiva implementación de la genética médica.

A cada mujer cubana, durante el periodo de gestación, se le realizan no menos de 17 consultas y 30 exámenes de diagnóstico para evitar que sus hijos padezcan enfermedades graves o malformaciones congénitas. Además, a los recién nacidos se les vacuna contra 13 enfermedades erradicadas en el archipiélago, como Poliomielitis, Tétano, Difteria y Sarampión.

Un importante logro de este programa fue validado el pasado 30 de junio de 2015, cuando Cuba se convirtió en el primer país del mundo en eliminar la transmisión materno-infantil del VIH y la Sífilis congénita. Resultado, que junto a la mortalidad infantil por debajo de 5 por cada 1000 nacidos vivos que exhibe la Isla, avalan el empeño gubernamental por garantizar la salud del pueblo.

El Programa de Atención Materno-Infantil constituye, sin dudas, una fortaleza para el sistema de Salud Pública en Cuba, cuyos resultados son un orgullo para los nueviteros.

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