Los debates estuvieron centrados hacia lo interno de la organización y los trabajadores, de lo que falta y del cómo hay que resolverlo, lo cual es posible según Moraima Borges, directora de TV Camagüey, si se actúa con amor, entrega y el compromiso de hacer las cosas bien y con buen gusto.

Uno de los puntos abordados con mayor fuerza fue encontrar la manera de mejorar el nivel de aceptación por el público joven. Una parte de la población a la que todavía hay que llegar más. Aquí mismo, la necesidad de inserción de los jóvenes en estos medios también fue tratada, los cuales aumentan su protagonismo e interés por el medio radial y televisivo.

“Aún queda por perfeccionar la planificación y el monitoreo a los programas. Hay que incrementar la autopromoción de los espacios al igual que la presencia en ellos de los problemas del territorio. No se puede caer en la demagogia o en el facilismo, la lucha contra las parálisis creativas no debe faltar. Es imperioso en la época que vivimos hacer las cosas con autenticidad” Insistió Noya quien hacía énfasis en lograr una mayor retroalimentación con el público al que van dirigidos los productos.

Por su parte, los trabajadores del medio radial exhortaron al trabajo con amor al medio y mediante la crítica profesional, pero siempre bajo el principio de respeto. También abordaron la responsabilidad hacia la labor y la influencia política que tienen en la conducción de la sociedad.

Para el año en curso los retos son mayores, sin embargo el empuje tiene que ser superior. El ICRT tiene bien definido sus líneas y hacia ellas se dirige, para ello todos sus trabajadores están conscientes del importante papel que juegan en la sociedad cubana.

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