Entre marzo y agosto la escasez de lluvias afectó las floraciones de las zonas costeras, algo que les costó a los abejeros 60 toneladas de miel por debajo de lo programado.

Aquí escasearon las flores, la sequía nos hizo un estrago tremendo. Eso, y que si siguen creciendo los marabuzales tupidos menos posibilidades existen de floraciones silvestres, porque el suelo no coge Sol y pocas enredaderas como las campanillas nacen en esas condiciones”, argumentó Hediberto Hernández Hidalgo, apicultor del municipio de Minas, que por varios años consecutivos resultó el más productivo de la provincia, quien de 24 toneladas planificadas solo pudo cosechar 17.

“El plan lo cumplimos en el último trimestre del año gracias a los esfuerzos de todos los trabajadores de la unidad y, por supuesto, de los apicultores que decidieron acopiar cada gota de miel. Trabajamos a deshora, hasta de noche, por tal de cumplir y crecer en las producciones, y ese tesón mancomunado redundó en más producciones y mejores salarios”, explicó Omelio Barba Alonso, director de la filial camagüeyana de la empresa APICUBA.

Los camagüeyanos obtuvieron 673.7 toneladas de miel de abeja y con ello aseguraron no solo el cumplimiento del plan, sino un modesto crecimiento que los ubica dentro de los mejores de Cuba.

Además de la miel, en Camagüey se superaron los demás indicadores productivos como la cera, el propóleo, el aumento de abejas reina y de colmenas.

“Para el 2016 nos proponemos 685 toneladas de miel y crecer en 1 000 colmenas, para así, mientras el clima nos acompañe acercarnos cada vez más a las más de 1 000 toneladas que una vez hicieron los apicultores de esta provincia en la década de los años '80 del pasado siglo”, expresó Omelio Barba.

Este año toda la miel de Camagüey alcanzó la categoría de exportable. Esto aunque favorece la economía provincial supone un reto cada vez mayor para el consumo de la población, que tanto demanda este alimento.

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